martes, 30 de junio de 2015

Buen Viaje



Foto: Pablo VI visitando la Casa de María 

Se inicia hoy la Peregrinación Parroquial siguiendo las huellas de San Pablo en Grecia y la Visita a la Casa de la Santísima Virgen. Pedimos por ellos para que San Félix los cuide y traiga pronto . Buena y Santa peregrinación a las tierras del Areópago.

HORARIO DE VERANO



DÍAS LABORABLES:

MÁRTES Y JUEVES  EN LUGONES A LAS 18:00

MIÉRCOLES Y VIERNES  EN LA CORREDORIA A LAS 18:45

 SÁBADOS Y VÍSPERAS DE FESTIVO:


A LAS 17:00 EN VIELLA

A LAS 18.00 EN LUGONES

A LAS 18:45 EN LA CORREDORIA

DOMINGOS Y FESTIVOS:


En VIELLA A LAS 11.00

EN LUGONES A LAS 12:00

EN LA CORREDORIA A LAS 13:00


10 consejos prácticos y realistas para enfrentar la muerte y el duelo de forma cristiana

 


La muerte nos asusta a todos; vernos indefensos y frágiles nos genera incertidumbre, preguntas, malestar.
Muchas veces, evadiendo el tema, decimos que aún nos falta mucho para ese día, que no nos preocupa y cuando alguien nos toca el tema lo desviamos.
En realidad, lo que estamos llamados a hacer es entender el verdadero sentido de la muerte, y para ello debemos revisar los siguientes aspectos que nos darán una visión cristiana de la misma

1. Recurrir a los sacramentos: Unción de los enfermos, confesión y comunión.
Cuando este momento se acerca se debe procurar dejar este mundo libre de cargas y pecados, recibir la unción de los enfermos, confesarse y comulgar. De esta forma, al llegar la muerte, será el encuentro con Cristo, que como Buen Pastor acompaña a sus ovejas.

Debemos procurar que si un ser querido o vecino se encuentra en esta situación, ayudemos buscando o avisándole a un sacerdote cercano para que vaya a visitar al enfermo y pueda irse en gracia de Dios.

Recordemos personalmente buscar vivir en comunión con el Señor, cumplir sus mandamientos y confesarnos y comulgar con frecuencia por amor a nuestro Dios y considerando que la propia muerte puede sobrevenirnos cuando menos lo esperamos.

2. Comprender que la muerte es un estado liberador.
Cristo quiso liberarnos con amor y entrega. Al resucitar, Él venció a la muerte y nosotros debemos vivirla comprendiendo que un ciclo terreno termina e inicia el tiempo de gracia al lado de Dios y su corte celestial.

Recordemos que la muerte y resurrección de nuestro Señor nos permite que compartamos con Él la vida eterna. Jesús nos dice: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás” (Juan 11, 25-26)

3. Entender que la muerte no es un castigo sino la entrada a la vida eterna.
La muerte entró al mundo para purificar el pecado que heredamos de nuestros primeros padres, todos estamos convocados a ir con el Creador de la vida y entregar cuentas de cómo hemos vivido en esta tierra. No necesariamente la enfrentaremos cuando estemos enfermos o ancianos, será cuando se nos llame al encuentro con Dios Padre, quizás en el momento menos esperado.

Nuestra esperanza y alegría es Cristo quien nos ha redimido: “Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 6,23)

4. Conservemos con amor el recuerdo de nuestros seres queridos que han partido.
Si bien ya no están físicamente con nosotros, todas sus enseñanzas y los momentos compartidos viven en nuestros corazones, honremos siempre su memoria como un tesoro invaluable que nos acompañará en nuestra vida.

5. Acompañar, aconsejar y ayudar a los familiares de quien ha fallecido.
Cuando se ha perdido a alguien, generalmente nos refugiamos en la soledad, el llanto y el silencio, la depresión, la inapetencia y el estrés.

Nuestra tarea cristiana es acompañar, aconsejar y ayudar a los familiares, recordarle con alegría, procurando que se distraigan y vean en la muerte no un fin, sino un continuar en el amor de Dios, que tiene preparado un lugar para cada uno de nosotros.

6. Evitemos caer en depresiones prolongadas, busquemos ayuda y soporte espiritual.
Aunque nos duele que un ser querido haya partido y sentimos un vacío en ese tiempo y espacio que compartía con nosotros, hay que evitar caer en depresiones prolongadas, primeramente porque sabemos que a quien se ha ido no le hubiese gustado vernos así, y segundo, porque contamos con la esperanza cristiana de que, quien ha creído y vivido en el Señor, tiene vida eterna en Él.

Si nos es difícil levantarnos del duelo, busquemos ayuda en un sacerdote o director espiritual para sobrellevar el dolor, será muy útil.

7. Respetar el luto y evitar hablar de dinero o herencias en los momentos más sensibles
Es posible que la persona fallecida haya dejado algunos bienes que corresponden a los hijos o las personas que comparten un rasgo de consanguinidad.

Todo tiene su tiempo apropiado, y es lamentable ver familias que, aun cuando no ha ocurrido la muerte o está muy reciente, tienen rencillas por temas materiales. La Biblia nos enseña: “Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra” (Colosenses 3,1-2)

8. Es recomendable donar la ropa y cosas usadas por nuestro familiar difunto.
Es una buena obra de caridad donar las prendas que la persona usó a una beneficencia, casa hogar o refugio, de esta forma corresponderemos con la obra de misericordia de vestir al desnudo. Otra razón es que muchas veces estas cosas materiales a las cuales nos apegamos nos hacen mucho daño, no nos permiten superar el dolor que ocasionado por la pérdida y dejar a nuestro familiar descansar en paz.

9. Evitemos caer en prácticas supersticiosas o de Nueva Era para mitigar nuestro dolor.
Algunas empresas en su afán, no de compartir el dolor sino de lucrarse de éste, ofrecen rituales que no son compatibles con la verdadera vida cristiana. Por ejemplo: sembrar un árbol con los restos de nuestro familiar, arrojar las cenizas a un lago para perpetuar su memoria, crear un cementerio virtual para visitarle online, o llamarle a un animalito como el familiar relacionándolo con la reencarnación (la cual es incompatible con nuestra fe), etc. El dolor no puede desviarnos de nuestra fe, nuestra confianza siempre debe estar puesta en Dios y en sus promesas, es su gracia la que nos ayudará a continuar.

10. Orar por el eterno descanso de quienes han partido.
Es esencial y la mayor obra de amor que podemos tener con nuestro ser querido. En muchos de nuestros países de habla hispana se acostumbra, al día siguiente de la cristiana sepultura, reunirse en torno a la oración o “novenario” para ayudar al difunto durante la purificación que le corresponda en el purgatorio.

Debemos hacerlo con mucha fe, ofreciendo la Eucaristía por su eterno descanso, rezando el Santo Rosario, la Coronilla de la Misericordia, etc. Es nuestro deber cristiano orar los unos por los otros: La Iglesia purgante (los que han fallecido), la Iglesia militante (los que aún tenemos vida terrenal) y la Iglesia triunfante (Los Santos que están con Cristo.)

Nos dice el Catecismo de la Iglesia: “Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12, 46).

Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios.” (numeral 1032)

Fabio Acuña Acuña/  30 junio 2015

El Carbayu ya está ahí



La Asociación Coral ``AMANECER´´ 
cantará este año la Misa Solemne del día grande                           
de las Fiestas de Nuestra Señora del Buen Suceso. 

Sede:  barrio del Coto de Gijón 
Director: Facundo Artime Garcia
Año de Fundación: 1987

lunes, 29 de junio de 2015

Presidente del CELAM: Teología de la Liberación “está muy anciana, si no es que ya está muerta”

Mons. Carlos Aguiar Retes, Presidente del CELAM (Foto arquidiócesis de Tlalnepantla)

(ACI).- En una rueda de prensa tras almorzar con el Papa Francisco en el Vaticano, el Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Arzobispo Carlos Aguiar Retes, consideró que laTeología de la Liberación “está muy anciana, si no es que ya está muerta”.

El 27 de mayo, la presidencia del CELAM ofreció una conferencia a los periodistas en la sede de la Pontificia Comisión para América Latina de Roma. En este acto, al ser preguntado sobre la Teología de la Liberación en América Latina, Mons. Aguiar afirmó que “las figuras relevantes de la Teología de la Liberación son personas ancianas, y la Teología de la Liberación como tal, como la expresión de lo que fue, está muy anciana, si no es que ya está muerta”.

Mons. Retes señaló que “hubo esfuerzos por parte de teólogos de la liberación que trataron de hacer que de alguna manera se pudiera iluminar la teología. Pero esos fueron los años 70’ u 80’, hoy gracias a Dios, tenemos una reflexión teológica mucho más sapiencial y que no deja de lado la necesaria liberación del hombre integral”.

“Es decir, ya no es por la lucha de clases, con la confrontación entre ricos y pobres, porque como sabemos, para la Iglesia  ese no es el camino para una liberación social”, subrayó.

El Prelado explicó que el tema de la Teología de la Liberación “había sido planteado con una base sociológica que no cuadraba con la base teológica”, y en consecuencia “allí tuvo el punto de quiebre”.

En esta línea, el Secretario General del CELAM y Obispo Auxiliar de Valparaíso (Chile), Mons. Santiago Silva , indicó que la verdadera liberación “es mostrar el rostro misericordioso de Dios Padre, la ternura de Dios entre nosotros, que hace crecer la condición humana, la humanidad de la persona; que hace crecer la familia como el seno en donde se educa y crecer a la persona; y tener mucho cuidado para poder preparar generaciones, que en el futuro puedan tener esta conciencia, siendo líderes en todos los campos, social, económico y político”.

Mons. Aguiar Retes agregó que esta “es una tarea que hoy el Papa Francisco ha descrito en la Evangelii Gaudium”.

Los obispos del CELAM también anunciaron para el mes de agosto un congreso en Panamá, dedicado a la preparación de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista en el Vaticano del 5 al 19 de octubre de 2014 sobre el tema “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización”.

Con el objetivo de profundizar en los principales problemas que atañen a las familias, se espera que en Panamá participen los obispos y operadores pastorales de las 22 Conferencias Episcopales de América Latina.

Conversión ecológica. Por Monseñor Jose Ignacio Munilla


Tal vez hayamos olvidado una de las numerosas anécdotas con las que se iniciaba el pontificado del Papa Francisco. Me refiero a su proceder austero, que le llevaba a apagar personalmente y de forma espontánea, la luz innecesaria de muchos de los pasillos y habitaciones de las residencias vaticanas. Ante el asombro de quienes le rodeaban, su explicación no podía ser más sencilla: “Ahorrando luz se da sueldo a un párroco”.

Si bien es cierto que la encíclica “Laudato Si” responde al más puro genio bergogliano, uno de los errores más generalizados en la primera acogida mediática a este documento magisterial, ha sido la falsa suposición de que su contenido es plenamente novedoso y hasta rompedor con respecto a los pontificados anteriores. Nada más lejos de la realidad. El propio Papa Francisco se esfuerza en demostrarlo a lo largo de su escrito, con numerosas citas del magisterio precedente. De hecho, el mismo término “conversión ecológica”, fue acuñado por San Juan Pablo II; sin olvidar los múltiples documentos que Benedicto XVI dedicó a esta cuestión (“Si quieres promover la paz, protege la creación”, 01.01.2010). Una vez más, se demuestra que ha tenido que venir el Papa Francisco para que no pocos empiecen a conocer lo que la Iglesia lleva años predicando.

En mi opinión, una de las mayores aportaciones de “Laudato Si” estriba en las referencias que se hacen a estudios científicos, filosóficos y de organizaciones sociales, encuadrando y contextualizando la reflexión de la Iglesia. Sin inmiscuirse en el debate científico, mantiene una “distancia” equilibrada, como se aprecia en la siguiente afirmación: “Hay discusiones sobre cuestiones relacionadas con el ambiente, donde es difícil alcanzar consensos. (…) la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas ni sustituir a la política, pero invito a un debate honesto y transparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común” (n. 188). He aquí una de las denuncias proféticas fundamentales de esta encíclica: No siempre existe la suficiente honestidad y transparencia en el actual debate científico sobre la conservación del medio ambiente. Los grandes intereses económicos “compran” en ocasiones esas reflexiones científicas. En palabras del Papa: “la corrupción que esconde el impacto ambiental de un proyecto a cambio de favores suele llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir ampliamente” (n. 182). El Papa Francisco deja muy claro en su reflexión que la defensa del medio ambiente es uno de esos bienes que la economía de mercado, por sí sola, no es capaz de defender o de promover adecuadamente.

Otra cuestión clave en la encíclica es la reivindicación de una ecología integral, la cual se traduce en una ecología humana. El Papa Francisco señala la absurda contradicción de defender la bandera ecologista desde posturas abortistas: “Tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto” (n. 120). Más aún, frente a la ideología de género (transgénero), subraya: “La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación. Aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados, es esencial para una verdadera ecología humana. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente” (n. 155).

Resumiendo lo dicho en versión tuitter: “Decirse Pro-Life y liderar la emisión de anhídrido carbónico, es tan coherente como defender la biodiversidad y tolerar el aborto”. Mientras que sectores del republicanismo estadounidense, han acusado al Papa de meterse donde no se le llama; las asociaciones que pretenden compaginar su ecologismo con la agenda abortista de la ideología de género, han optado por la táctica del avestruz, como si no se sintiesen cuestionadas por esta encíclica.

Concluyo con un relato abreviado de Gabriel García Márquez, que bien puede servir para iluminar el concepto de ecología integral, o ecología humana, nudo gordiano de Laudato Si: «Érase un científico que estaba plenamente entregado a investigar en pro de la defensa de la naturaleza. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas a sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudar a su padre… El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado… Para distraerlo, se sirvió de una revista en donde encontró un mapamundi... Con unas tijeras recortó el mapa en muchos pedazos y se lo entregó a su hijo diciendo: “como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo troceado para que lo repares tú solito”. Pensó que al pequeño le llevaría mucho tiempo recomponerlo y que le dejaría tranquilo en su trabajo de investigación; pero para su sorpresa al poco tiempo volvió a escuchar la voz del niño: "Papá, papá, ya conseguí terminarlo". El científico levantó la vista de sus anotaciones, y efectivamente, ¡el mapa estaba completo! El padre perplejo preguntó: “Hijo, ¿cómo has sido capaz de recomponer el mundo?”. El niño respondió: “Papá, yo no sabía cómo era la figura del mundo, pero cuando recortaste el mapa de la revista, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así, que recompuse al hombre, y al dar la vuelta a la hoja, vi que había arreglado el mundo"».


Por un Lugones libre de robos

Lo que dice la Iglesia al respecto (CIC)

2403 El derecho a la propiedad privada, adquirida o recibida de modo justo, no anula la donación original de la tierra al conjunto de la humanidad. El destino universal de los bienescontinúa siendo primordial, aunque la promoción del bien común exija el respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio.

2404 “El hombre, al servirse de esos bienes, debe considerar las cosas externas que posee legítimamente no sólo como suyas, sino también como comunes, en el sentido de que puedan aprovechar no sólo a él, sino también a los demás” (GS 69, 1). La propiedad de un bien hace de su dueño un administrador de la providencia para hacerlo fructificar y comunicar sus beneficios a otros, ante todo a sus próximos.

2405 Los bienes de producción —materiales o inmateriales— como tierras o fábricas, profesiones o artes, requieren los cuidados de sus poseedores para que su fecundidad aproveche al mayor número de personas. Los poseedores de bienes de uso y consumo deben usarlos con templanza reservando la mejor parte al huésped, al enfermo, al pobre.

2406 La autoridad política tiene el derecho y el deber de regular en función del bien común el ejercicio legítimo del derecho de propiedad (cf GS 71, 4; SRS 42; CA 40; 48).

Martirologio del Día


En Roma, el triunfo de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, los cuales, en un mismo año y día padecieron, de orden del Emperador Nerón: el primero fue crucificado cabeza abajo en la misma Ciudad y enterrado en el Vaticano junto a la vía Triunfal, donde es visitado con veneración de todo el Orbe. San Pablo fue decapitado y sepultado en la vía Ostiense, donde es venerado con igual culto.

En Chipre, santa María, madre de Juan, por sobrenombre Marcos.

En Argentón de Francia, san Marcelo, Mártir, el cual por confesar a Cristo, juntamente con el militar Anastasio fue decapitado.

En Genova, el tránsito de san Siró, Obispo.

En Narni, san Casio, Obispo de aquella ciudad, de quien escribe san Gregorio Papa, que apenas se le pasó día sin ofrecer al omnipotente Dios la hostia propiciatoria; lo cual estaba en consonancia con su vida, pues cuanto tenía lo empleaba en limosnas, y en el santo Sacrificio se deshacía todo en lágrimas. Finalmente, en la fiesta de los Apóstoles, cuando cada año acostumbraba ir a Roma, habiendo celebrado solemnemente la Misa en su propia ciudad de Narni, y dado a todos el cuerpo del Señor y la paz, pasó al Señor.

En territorio de Sens, santa Benita, Virgen.

Dime, querida, ¿tú tienes reja portátil?


Dada la intensa actividad del papa Francisco, a veces se nos pasan cosas que resultan ser la mar de interesantes. Por ejemplo, el pasado mes de mayo mantuvo un encuentro con los religiosos de Roma. Y hete aquí que les contó esta anécdota:

Recibí una carta, hace 6-7 meses, de una religiosa de clausura que había comenzado a trabajar con los pobres, en la portería; y luego salió a trabajar afuera con los pobres; y luego siguió adelante, más y más, y al final dijo: «Mi clausura es el mundo». Yo le respondí: «Dime, querida, ¿tú tienes reja portátil?». Esto es un error.

Obviamente no dijo el nombre de la religiosa de clausura, pero en España no tenemos que ir muy lejos para encontrar a dos, sobre todo una, que encajan como mano a guante en esas palabras del Papa: Sor Lucía Caram, dominica a la que le gusta más una cámara de televisión que a un niño goloso un dulce, y Sor Teresa Forcardes, benedictina metida a política.

De hecho, la monja dominica, argentina, secionista catalana y culé, tiene escrito un libro que se titula ``Mi claustro es el mundo´´, en el que seguramente se dedica a explicar por qué ella considera que está bien aquello que el Papa cree que es un error.

Ante lareprimenda que sufrió de boca del Nuncio de Su Santidad en España, Sor Lucía Caram dijo que pensaba ir al Papa a quejarse. Pues bien, yo que ella no iría. Porque como se le ocurra a decirle:

«Mi claustro no son los límites del monasterio, sino también el mundo. Reconozco que es un caso atípico, por eso tengo una vida muy activa. Pero gracias a mi comunidad y a mi estilo de vida, tengo también mucho tiempo de contemplación y de estudio».

Se puede encontrar con lo de:

«Dime, querida, ¿tú tienes reja portátil?». Esto es un error.

Y claro, antes o después nos enteraremos y el jolgorio será grande. Es más, no podra decir que la culpa la tiene Rajoy. En ese caso, no podrá protegerla ni su queridísimo Artur Mas, ese hombre que, como todo el mundo sabe, (ironía on) es un político apasionado por los pobres que no tiene nada que ver con la burguesía catalana (ironía off). Digo queridísimo porque ella mismoreconoció estar enamorada de él.

Luis Fernando Pérez Bustamante

domingo, 28 de junio de 2015

Cura. ¿Profesión o vocación?


Me preguntan muchas veces que cómo es posible que me presente diciendo que “mi profesión” es la de cura, que si no sería mucho más correcto decir que ser cura es “mi vocación”. Pues sí y no, y me explico.

El concilio habla de la vocación al presbiterado, es decir, al ministerio sacerdotal. Así es. Uno es sacerdote, presbítero, por pura misericordia de Dios que quiso llamarnos a ello. Esa llamada se ha ido madurando y clarificando en el seno de la Iglesia hasta que un día llega la ordenación sacerdotal. Sacerdotes porque Dios así nos ha llamado, sacerdotes porque así lo ha aceptado la Iglesia.

Los sacerdotes podemos ejercer funciones muy diversas según lo disponga el obispo. Entre los diocesanos, la mayor parte nos dedicamos plenamente a “la cura de almas”, es decir, a apacentar a una porción de la grey del Señor y muy generalmente en parroquias. De ahí viene lo de ser “cura”, presbítero que ejerce de manera especial la “cura de almas”. Sobre todo los párrocos, “a quienes, bajo la autoridad del obispo, se les encomienda, como a pastores propios, la cura de almas de una parte determinada de la diócesis” (Ch. D. 30).

Pero hay sacerdotes que tienen encomendados otros cargos pastorales o algún tipo especial de acción: profesores, cargos en la curia, directores de colegio, responsables de medios de comunicación… Servidor es sacerdote por vocación, por llamada del Señor, y de profesión “cura párroco”, ya que trabajo en la parroquia y por esa tarea recibo unos emolumentos.

Otra cosa después es cómo desempeñar el oficio de párroco. Uno puedo hacerlo como un mero funcionario: horarios de despacho, misas, catecismo, papeles, o puede vivirlo como una auténtica vocación de servicio a sus hermanos. La cura de almas como vocación es la que te lleva a sentir en tu corazón el latir de cada hermano, a preocuparte por cada uno de tus feligreses en sus necesidades materiales y espirituales, a no dejar de pensar en los más alejados de Dios y comprender que tu tarea consiste en lograr que todos puedan vivir aquí con la dignidad material y espiritual de hijos de Dios, y después de esta vida lleguen a la Jerusalén celestial.

Sí. Cura. Por vocación de Dios que quiso llamarme al presbiterado. Por misericordia de mi madre la Iglesia y de mi obispo que me confirió la ordenación. Por voluntad de mi pastor que me puso al frente de una comunidad como párroco. Y hoy desempeño mi tarea con gozo e ilusión.

¿A qué te dedicas? Yo médico, profesora, abogada, analista de sistemas, periodista, peón en la construcción, ama de casa, mecánico, taxista… Pues yo cura. Eso sí, por vocación y como vocación.

Jorge Glez. Guadalix 

Que alegría


Vivir en clave cristiana

sábado, 27 de junio de 2015

Evangelio del Domingo 28 de Junio – Domingo XIII del Tiempo Ordinario


Lectura del santo Evangelio según San Marcos 5, 21-43

En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
–Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba.
[Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con solo tocarle el vestido, curaría.
Inmediatamente se seco la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando:
–¿Quién me ha tocado el manto?
Los discípulos le contestaron:
–Ves como te apretuja la gente y preguntas: «¿quién me ha tocado ?»
El seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. El le dijo:
–Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.
Todavía estaba hablando, cuando] llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
–Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
–No temas; basta que tengas fe.
No permitió que lo acompañara nadie más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entro y les dijo:
–¿Qué estrépito y qué lloros son estos ? La niña no está muerta, esta dormida.
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
–Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–.Y se quedaron viendo visiones.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra del Señor

¿Es arriesgado pedir perdón?



Parece razonable responder que no ofrece riesgo alguno. Es más, solicitar perdón por las ofensas a otros es una gran virtud humana y, también, sobrenatural: reconocer las culpas propias, solicitar perdón al ofendido, reconciliarse, e iniciar una nueva vida. Todo un programa evangélico. Sí.

Parece conveniente, loable, que quien ha ofendido a alguien pida perdón al ofendido, le resarza de los eventuales daños, morales o materiales, causados, y se proponga firmemente no incurrir en acción similar en el futuro. Sin embargo, me surgen dudas cuando quien solicita perdón no es el ofensor, quien recibe la petición no es el ofendido, y, además, tal petición se produce siglos después de los acontecimientos que motivan la petición de perdón.

En primer lugar se presenta la dificultad de identificar al ofensor y al ofendido en los protagonistas actuales del acto penitencial. Aún admitiendo que ambas partes representen legítimamente a los antiguos ofensores y ofendidos, se corre el grave riesgo, inaceptable, de incurrir en un anacronismo: un historiador nunca juzga los acontecimientos históricos ni a sus actores, trata de investigar sus causas, exponer su desarrollo, identificar sus consecuencias, conocer las motivaciones de los protagonistas, y explicar de modo coherente lo acontecido.

Por eso, cuando, siglos después, un supuesto epígono de los ofensores pide perdón a los supuestos herederos de los ofendidos, corre el riesgo, en primer lugar, de incurrir en un grave anacronismo: juzga el pasado histórico, no lo explica; lo hace, además, desde su punto de vista, sin tener en cuenta la mentalidad de los agentes del acontecimiento, que ahora consideramos culposo, y en su momento podía parecer virtuoso. Personalmente, me repugna, hasta la náusea, la Inquisición; pero, si hemos de entender ese tribunal, hemos de considerar que sus protagonistas pensaban que quienes, supuesta o realmente, atacaban la fe, estaban arrebatando a los fieles su bien más preciado. Si no tenemos esto en cuenta, cometeremos severos errores.

Puestos a pedir perdón, ¿deberían hacerlo los macedonios porque Alejandro Magno derrotó a Darío III, mató a muchos persas y puso boca abajo el Próximo Oriente? ¿Quién y a quién pediría perdón por la invasión musulmana de Hispania, que destruyó la monarquía visigoda?. Pedirían perdón los turcos actuales por la salvaje toma de Constantinopla en 1453?, ¿y a quién lo harían? ¿Quién representaría a los Almohades para pedir perdón por la masacre de Alarcos en 1195? ¿Y a quién debería pedir perdón, al presidente de Castilla-La Mancha? ¿Quién representará a Napoleón para pedir perdón por haber destruido media Europa? ¿Y a quién pediría perdón por haber matado más franceses que nadie? Recuerden la Grande Armée y su expedición en Rusia.

No, no es posible deshacer la historia. Está hecha: lo mejor será conocerla y no repetir los errores del pasado; responder de los propios errores y no solicitar perdón por los ajenos, situados, además, en la noche de los tiempos.

Cuando, además, una persona pide perdón por errores colectivos, el riesgo es aún mayor. Si alguien que, supuestamente, representa a la mayoría que en su día ofendió, pide perdón a quien, presuntamente, encarna hoy a la minoría ofendida, masacrada, además de considerar si efectivamente representa a los remotos ofensores, debería saber si la minoría, caso de haber sido mayoría no habría repetido el mismo comportamiento de quienes entonces fueron mayoría; si no representaba aquella minoría una amenaza real para la mayoría, y, en fin, si la minoría, de hecho, no tomó medidas similares donde pudo hacerlo o no provocó enfrentamientos que causaron grandes derramamientos de sangre.

Y hasta aquí lo histórico. Pero se corren otros peligros, más graves. Si el penitente encarna la representación de una institución de larga trayectoria, debe considerar si, al solicitar el perdón, proclama una condena moral contra quienes le precedieron: aquéllos que vivieron en una situación diferente, fueron hombres de su tiempo y actuaron de acuerdo con los acontecimientos y la mentalidad del momento. Si es así, se actuará sin argumentos suficientes, injustamente, contra quienes, en su momento, actuaron de acuerdo con su conciencia. Y será así aunque, a la luz de nuestra actual situación y contemporánea mentalidad, aquellas decisiones fueran erradas; y, además, no será posible corregir el pasado.

Y caben aún mayores errores. Si pedir perdón por las ofensas causadas, al directo ofendido, es altamente virtuoso, puede no serlo tanto cuando se hace por faltas ajenas, remotas en el tiempo, y se pide a un heredero, si lo es, lejano. No digo que ocurra inevitablemente, pero puede suceder que, sibilinamente, se nos cuele la tentación de pensar: qué equivocados estaban mis predecesores, qué empecinados en sus errores, y qué cegados por la soberbia que les impidió pedir perdón por sus errados actos; en cambio, cuán atentos estamos ahora a solicitar el perdón por lo que no hemos hecho, a quienes no se lo hemos hecho; y qué humildes somos que nos humillamos públicamente, con la máxima publicidad.

Y eso sí que es peor. Sobre todo si, mirando hacia atrás, olvidamos los auténticos problemas que tenemos ante nosotros.

Vicente Álvarez Palenzuela

viernes, 26 de junio de 2015

Feliz día de San Pelayo y San Josemaría

El Año de la Misericordia . Por Josep Angel Saiz Meneses, Obispo de Terrasa


En este domingo, tan próximo a la festividad de los Apóstoles Pedro y Pablo, celebramos el Día del Papa. Una fecha para tener presentes las intenciones del papa Francisco y para rezar por ellas ya que tan a menudo nos pide que recemos por él.

En este día, he pensado que es oportuno recordar una reciente iniciativa del Papa, el anuncio de un Año Santo de la Misericordia. De esta manera, este jubileo enlaza con las intenciones del pontificado de san Juan Pablo II, que publicó una encíclica sobre este tema, titulada “Dios, rico en misericordia”. Y también expresa lo que constituye un tema mayor de sus palabras y de sus gestos: acoger la bondad y el perdón de Dios. “Sed misericordiosos”, pidió a los confesores de la basílica romana de Santa María la Mayor, en la visita que realizó a este templo al día siguiente de su elección, con el fin de rezar ante la imagen de la Virgen, Salud del Pueblo Romano, patrona de la Ciudad Eterna.

Recordemos las palabras con la que el papa Francisco anunció este jubileo. “Queridos hermanos y hermanas, he pensado a menudo sobre la manera cómo la Iglesia puede poner más en evidencia su misión de dar testimonio de la misericordia. Es un camino que se inicia con una conversión espiritual. Por esto he decidido convocar un jubileo extraordinario que coloque en el centro la misericordia de Dios. Será un Año Santo de la Misericordia, que queremos vivir a la luz de la palabra del Señor: ‘Seamos misericordiosos como lo es nuestro Padre”.

Era el viernes 13 de marzo, en un acto celebrado en la basílica de San Pedro, el día en que se celebraba el segundo aniversario de la elección del Papa, hecho ocurrido el 13 de marzo de 2013. Este jubileo además desea subrayar la importancia y la continuidad del Concilio Vaticano II, que se clausuró en 1965, hace cincuenta años.

“Estoy convencido –añadió el papa Francisco- que toda la Iglesia podrá encontrar en este jubileo la alegría de redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consuelo a cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo. Lo confiamos a partir de ahora a la Madre de la Misericordia para que nos dirija su mirada y vele por nuestro camino”.

El anuncio lo hizo el Papa Francisco en el acto penitencial con el cual dio comienzo la iniciativa “24 horas para el Señor”, animada por el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, que preside el arzobispo italiano Rino Fisichella.

Este Año Santo comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la basílica de San Pedro, el próximo 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada, y acabará el 20 de noviembre de 2016, en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. A la apertura de la puerta santa de San Pedro seguirán las de las demás basílicas mayores de la ciudad: San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor y las catedrales e iglesias de todas las diócesis

En suma, el Papa Francisco propone a toda la Iglesia centrarse espiritualmente y disponernos a acoger la misericordia de Dios, que es un tema sobresaliente en su pontificado y al que con mayor frecuencia se refiere.


jueves, 25 de junio de 2015

El obispo Gea, que plantó cara a la propaganda socialista, publica «Cartas a un político»



M.B/ Rel.
Una de las características de José Gea Escolano, obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol y después misionero en Perú, es la de llamar las cosas por su nombre y no eludir la responsabilidad de un cristiano ante su fe en Cristo.

Prueba de ello es el libro que ahora publica, Cartas a un político, que ha puesto ha disposición del público.

Escrito durante la etapa de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero destaca por su carácter profético y, dadas las circunstancias que atraviesa España mantiene una actualidad fuera de toda discusión.

El libro se sitúa dentro del género epistolar. José Gea comienza con una exposición de las tres cartas pastorales escritas por él que suscitaron un tremendo revuelo, especialmente entre altos cargos socialistas.

Le achacaban ante todo que la Iglesia se atreviese a opinar sobre asuntos que en su opinión quedaban fueran de su competencia, pero en rigor atañen a la moral y la dignidad del hombre: algunos tan básicos como el derecho a la vida, a elegir la educación de los hijos, las opciones políticas que un cristiano puede y no puede defender o el mismo papel de los creyentes ante las leyes que rigen estos asuntos.

A continuación dirige una serie de cartas a un conocido o amigo suyo llamado simplemente “Juan”, quien se dispone a entrar en política y es cristiano católico de probada fe. En ellas se trata de todos los temas con los que un político de nuestro tiempo se puede enfrentar, y se dan las pautas para no resbalar en el difícil equilibrio entre las presiones sociales fomentadas por los lobbies de todo signo y la fe de un cristiano.

La segunda parte, “Cuestiones sociopolíticas”, se ocupa de las intervenciones armadas, del bien común y la ley, de las ideologías, las descalificaciones recibidas por la Iglesia, el paro y las autonomías, entre otros temas.

La tercera parte, “La Iglesia en la sociedad”, trata del justo lugar que debe ocupar en nuestro tiempo, más concretamente de las relaciones de la Iglesia con el Estado, el derecho de aquélla a hablar en todos los contextos y a informar en los medios de comunicación, las expresiones religiosas en la política y la relación entre la vida privada y pública de un político.

En definitiva, es un libro óptimo para la orientación del cristiano de nuestro tiempo, y una lectura más que recomendable para políticos (y cualquier persona interesada en el debate público), especialmente en una España que se enfrenta a decisivos cambios políticos.

La vida: obra maestra del Creador. Laudato si’


Verde que te quiero verde, decía García Lorca en su Romance Sonámbulo. Verde soñó Dios su obra, verde como la esperanza que nos regala su esmeralda bella y buena cuando la miran sus ojos creadores. Así rezan los primeros versos de la Biblia cuando nos cuentan cómo hizo Dios sus cosas llamando a cada una mientras iba poniéndoles un nombre. Miró lo que sus manos amasaron, cuando sus labios lo llamaron a la vida, y esos ojos cálidos vieron la firma de su autor con la rúbrica de la bondad y la belleza.

El Papa Francisco nos ha regalado una preciosa encíclica. No es un simple refrendo ecologista, ni un posicionamiento sin más ante los cambios y los climas. Sería reductor zanjar así tan amplia y profunda reflexión que se inspira en un verdadero cristiano: San Francisco de Asís y su cántico de las criaturas. Se inspira en él: porque “era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior” (LS 10).

No se trata de un canto bucólico que se rinde ante una retórica esteticista que no sabe de compromiso. Dice el Papa sobre la creación que “esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes” (LS 2). Pero no se aboga por un romanticismo ecológico que tuviera la impostura máxima de querer defender la naturaleza justificando el aborto de los niños, o proteger a los seres débiles que nos rodean pero prescindiendo del embrión humano como desechable (LS 120).

Formamos parte de un sueño de Dios, fuimos eternamente pensados y queridos por Él como criaturas distintas de una creación bella y bondadosa. Dice Francisco conmovido: “¡Qué maravillosa certeza es que la vida de cada persona no se pierde en un desesperante caos, en un mundo regido por la pura casualidad o por ciclos que se repiten sin sentido! El Creador puede decir a cada uno de nosotros: «Antes que te formaras en el seno de tu madre, yo te conocía» (Jr 1,5). Fuimos concebidos en el corazón de Dios, y por eso «cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario»” (LS 65).

Pero tenemos tal interdependencia que no podemos cuidar o destruir lo que nos rodea sin que eso afecte al resto de la creación: “Dios nos ha unido tan estrechamente al mundo que nos rodea, que la desertificación del suelo es como una enfermedad para cada uno, y podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una mutilación” (LS 89). Cuidar y proteger esa casa común, más allá de los intereses económicos, políticos, consumistas, es un modo de salir al encuentro de los hombres más pobres: “Dios creó el mundo para todos. Por consiguiente, todo planteamiento ecológico debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados… Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno” (LS 93).

Se invita a una ecología integral: ambiental, económica, social, cultural, cotidiana (LS 138-162). Todos estamos comprometidos, creyentes y no creyentes, quienes tienen una responsabilidad política (LS 164-198) y cuantos vivimos la fe con una espiritualidad que se hace educación y genera una nueva cultura (LS 200-232). Alabado seas, mi Señor, por la vida que nos das, por los ojos para contemplarla, por el corazón que nos mueve a cuidarla y a compartirla.


+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 24 de junio de 2015

Oración a San Juan Bautista


Sagrado precursor de Cristo, que santificado en el vientre de vuestra madre, fuiste la admiración del mundo en el ejercicio de las virtudes y en los privilegios con que te enriqueció Dios. Ángel en la castidad, apóstol en el celo y predicación, y mártir en la constancia con que por reprender al incestuoso Herodes ofrecisteis la cabeza al cuchillo, y en las luces sobrenaturales de que te dotó el cielo, profeta del que llegó a decir el mismo Cristo: "Entre los nacidos de las mujeres ninguno mayor que Juan Bautista"; suplica al Señor que:

por tu penitencia me haga mortificado,
por tu soledad, recogido,
por tu silencio, callado,
casto por tu virginidad,
espiritual por tu contemplación,
e invencible a mis pasiones por la victoria que tu alcanzaste de tus enemigos, para que logre verte en la patria eterna. Amén.

Se presenta el Instrumentum Laboris para el sínodo de octubre


(VIS) Han intervenido los cardenales Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos y Peter Erdo, arzobispo de Esztergom-Budapest (Hungría), Relator General de la XIV Asamblea General del Sínodo de los Obispos y el arzobispo Bruno Forte, de Chieti-Vasto (Italia), Secretario Especial de la XIV Asamblea General del Sínodo de los Obispos.

El Instrumentum Laboris, explicó el cardenal Baldisseri, se divide en tres partes que retoman la estructura de la Relatio Synodi, demostrando la estrecha relación entre la III Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos de octubre de 2014, dedicada a «Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización» y la próxima Asamblea General Ordinaria. La primera parte titulada «Escuchar los desafíos de la familia» se relaciona de forma más directa con el pasado sínodo, mientras la segunda «El discernimiento de la vocación familiar» y la tercera «La misión de la familia hoy», introducen el tema del próximo.

El purpurado destacó algunas novedades que se encuentran en la primera parte y que se refieren sobre todo al contexto antropológico-cultural, al socio-económico y al ecológico, «ahora felizmente iluminado por la nueva encíclica Laudato sí». «Los desafíos son –dijo– la pobreza y la exclusión social, la tercera edad, la viudez, el luto en la familia, la discapacidad, las migraciones, el papel de la mujer, la afectividad y la educación de la sexualidad, la bioética».

En la segunda parte, «El discernimiento de la vocación familiar» se enriquece la Relatio Synodi con una ampliación de los temas relacionados con el matrimonio natural y la plenitud sacramental, la indisolubilidad, don y tarea, la vida familiar, la unión y la fecundidad, la dimensión misionera, la fe, la oración, la catequesis, el estrecho lazo entre la Iglesia y la familia, los jóvenes y el miedo de contraer matrimonio, la misericordia.

La tercera parte, dedicada a «La misión de la familia hoy», comienza con una vasta reflexión sobre la familia y la evangelización, y se profundizan, entre otras cosas, cuestiones como el tema de la familia, sujeto de la pastoral, la liturgia nupcial, un lenguaje renovado y apertura misionera.


«Se habla –puntualizó el Secretario general del Sínodo de los Obispos– de familia y acompañamiento eclesial, de la agilización de los procedimientos de las causas matrimoniales, de la integración de los fieles en situaciones irregulares, de la eventual introducción de una forma de penitencia, de los problemas pastorales sobre los matrimonios mixtos y con disparidad de culto, así como de las cuestiones de responsabilidad generativa, del control de la natalidad, de la adopción y acogida familiar, del respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural y de la educación de las generaciones futuras».

«Es muy relevante –añadió– la referencia a la indigencia económica de muchas familias que corren el peligro de la usura y al compromiso socio-político de los cristianos en favor de la familia, también en el contexto internacional. En este sentido, se considera útil la proposición de la Carta de los Derechos de la Familia, en unión a la Declaración Universal de los Derechos Humanos».

El cardenal Baldisseri ilustró además los trabajos de la Secretaría del Consejo del Sínodo entre una asamblea y otra, que comenzaron ya en noviembre de 2014, con la presentación del proyecto de los «Lineamenta», compuesto por la Relatio Synodi y una serie de 46 preguntas relativas a la recepción y profundización de ese documento sinodal que fueron enviados a los sínodos de las Iglesias Orientales Católicas sui iuris, a las Conferencias Episcopales, a los dicasterios de la Curia Romana y a otros sujetos, con la invitación de responder como fecha tope el 15 de abril de 2015. La Secretaría General ha recibido hasta ahora 99 respuestas por parte de los organismos competentes a las que se han añadido 359 observaciones enviadas libremente por diócesis, parroquias, asociaciones eclesiales, grupos espontáneos de fieles, movimientos y organizaciones civiles, etc... De ahí que el período intersinodal, se haya revelado como «una ocasión inapreciable de escucha de lo que el Espíritu dice a la Iglesia en la pluralidad de sus componentes».
Desorrolo dinámico del Sínodo

Por último se refirió a la metodología de la próxima Asamblea General, que hay que recordar, es Ordinaria y no Extraordinaria como la anterior y que, obedeciendo sobre todo a las sugerencias de los miembros sinodales, «continuará con el proyecto de un desarrollo del Sínodo en una línea dinámica y más adecuada a nuestros tiempos».

A este propósito los padres sinodales han reiterado la necesidad de evitar una larga serie de intervenciones individuales, como sucedía en los sínodos anteriores, para asegurarse de que las intervenciones estén mejor distribuidas en el tiempo y no todas seguidas. También se ha solicitado la valorización de los Circuli Minores y de reafirmar el principio del orden temático. Siguiendo esta línea, las tres semanas del Sínodo se distribuirán de acuerdo con las partes del documento Instrumentum Laboris, que son también tres. La primera semana abordará la primera parte del documento, la segunda se ocupará del discernimiento de la vocación familiar y la tercera de la misión de la familia hoy.

«Al final de la tercera semana –aclaró el prelado– se dedicará el tiempo necesario para preparar el texto final del documento, que se presentará a la Asamblea para su última puesta a punto, que se integrará en el documento para ser sometido a la aprobación final. Esta modalidad asegurará la intervención en el Aula a cuantos tienen derecho a tomar la palabra, incluida la hora de final de la jornada, y concederá más tiempo a los Circuli Minores. Se prevé un documento final, que será entregado al Santo Padre».

Por cuanto respecta a la información, el cardenal recordó que el Papa Francisco ha afirmado que «el Sínodo es un espacio donde puede actuar el Espíritu Santo y no un parlamento. Los Padres sinodales están invitados a expresarse con parresia. Serán libres de comunicarse con los medios de comunicación a discreción y bajo su responsabilidad».

martes, 23 de junio de 2015

Candás con el jubileo de su Pastor

Sábado 27 de Junio

Homenaje al Rvdo. D. José Manuel Garcia Rodriguez
en sus Bodas de Oro Sacerdotales


(Avilés 1965- Candás 2015)

50 Años sirviendo a Dios y a los hermanos

Eucaristía de Acción de Gracias a las 13:30
en la Iglesia Parroquial de San Felix de Candás


La Escuela es de todos

lunes, 22 de junio de 2015

ANUNCIO PARROQUIAL

 

Día 23 de Junio.

A las 19:30.

Misa Solemne en el Aniversario de la Dedicación 
 de la Iglesia Parroquial de Lugones.




Celebramos la Fiesta de la Dedicación de nuestra Iglesia Parroquial.

Nosotros sabemos que Jesucristo está presente para su Iglesia, y esta verdad, esta realidad, esta doctrina nos ayuda a vislumbrar por qué siquiera celebramos la Dedicación a una Iglesia, es decir, la construcción literal de una iglesia en sí misma y todo lo que esto representa para un cristiano.

Jesús está presente en la Iglesia, porque Él es su Cabeza, su Prometido y Fundador (c. Col 1, 18)

Jesús está presente en las pequeñas comunidades cristianas de la Iglesia, porque él ha prometido estar con nosotros de una manera especial donde dos o más estén reunidos en Su Nombre (Mateo 18, 20).

Jesús está verdaderamente presente en la construcción de una iglesia en la manera más especial y central de todos, porque aquí Él está presente en la Sacratísima Eucaristía, el Bendito Sacramento (CCC 1373), en Su Presencia Real.

¿Por qué celebramos la Dedicación de una Iglesia?

¿Por qué el Ordinario de la Dedicación de una Iglesia está enlistado en primer lugar entre todos los Ordinarios dentro de la Liturgia de las Horas, inclusive antes que el Ordinario de la Bendita Virgen María y el Ordinario de los Apóstoles?

¿Por qué el Ritual de la Dedicación a una iglesia es tan detallado y rico en simbolismo, especialmente con un simbolismo que gira alrededor del Sacramento del Bautismo de una persona?

Sabemos que en los Evangelios, Jesús, más de una vez, habla de Su “Cuerpo” como un templo. Al hacer esto, Él transfiere el símbolo de identidad desde el Templo de Jerusalén a Él mismo – literalmente, a su propio “Cuerpo”.

San Pablo también, a menudo identifica la comunidad de creyentes como “el templo de Dios” y el lugar donde habita el Espíritu Santo.

Por lo tanto, cuando conmemoramos la Dedicación a una iglesia, entonces, celebramos la construcción de esa iglesia como un símbolo de nuestra identidad más profunda: todos somos “templos vivientes” de Dios, cada uno de nosotros.

En resumen, celebramos la construcción de una iglesia como una imagen de la Iglesia universal construida de las piedras vivientes de las personas bautizadas de Dios.

Importancia y dignidad del cuerpo humano

Esto, en y por sí mismo, entonces, nos deberá decir algo acerca de la relevancia, importancia y dignidad del cuerpo humano y del ser persona en general.

- Salmo 110: “Desde el seno de tu madre antes de la aurora Yo te concebí” (dice el Señor)

- Salmo 127: “Los hijos… son un regalo del Señor, el fruto del vientre, una recompensa.”

- Salmo 139: “Tu formaste mi ser más profundo; me tejiste en el vientre de mi madre. ¡Yo te alabo, tan maravillosamente me hiciste; maravillosas son tus obras! Mi mismo ser Tú conocías.”

- Salmo 22: “Tú me sacaste del vientre, me pusiste a salvo en el pecho de mi madre. A ti fui llevado desde el vientre… Tú eres mi Dios.”

- Isaías 44,2: “Así dice el Señor que te creó, tu ayuda, el que te formó desde el vientre… tu Redentor, el que te formó desde el vientre”

- Y la Escritura sigue y sigue con este tema importante…

Por lo tanto, la construcción de una iglesia y su belleza (¡o falta de ella!) puede decirnos algo acerca de nosotros, de nuestra dignidad y de nuestros cuerpos.

Adaptación de un texto traducido por Maria Laura Fuentes Bonzo

Álvaro del Portillo y Oscar Arnulfo Romero

Opus Dei - Álvaro del Portillo y Oscar Arnulfo Romero

Alvaro del Portillo, recién beatificado, Oscar Arnulfo Romero próximo a serlo. Pocos imaginan que entre ellos hubo afinidades y aprecio recíproco.

El sitio Supermartyrio, dedicado exclusivamente a la vida del obispo salvadoreño asesinado en 1980, publica una carta casi desconocida que escribió el prelado del Opus Dei al entonces arzobispo de San Salvador. La carta está fechada el 9 de noviembre de 1979 y es la respuesta a una "afectuosa" misiva anterior de mons. Romero en ocasión del cincuenta aniversario de la fundación de la prelatura (1928). El sucesor de Escrivá de Balaguer se dirige al "muy querido Señor Arzobispo" para agradecerle por las "muestras de afecto" con las cuales se ha "unido a nuestra acción de gracias al Señor por todos los beneficios que ha derramado sobre su Obra en estos primeros cincuenta años de vida". Del Portillo, que fue el principal colaborador de Escrivá de Balaguer y asumió la dirección de la Obra el 15 de setiembre de 1975, en su carta hace referencia a la presencia del Opus Dei en El Salvador y confirma a Romero la voluntad de colaboración de sus miembros. "Sé que los socios y asociadas del Opus Dei –ahí, como en todos los sitios, gracias a Dios– trabajan con empeño y movidos sólo por el deseo de servir a la Iglesia. Conozco bien el afecto que le tienen y la fidelidad con que viven el espíritu de la Obra, que nos lleva a secundar las indicaciones del Revmo. Ordinario en todas las diócesis donde trabajamos, y a tirar del carro –como decía nuestro Fundador, de santa memoria– en la misma dirección que el Prelado diocesano".

Son palabras de Álvaro del Portillo poco conocidas y que vuelven a proponerse en estos días. El 23 de diciembre de aquel mismo año 1979, solo tres meses antes del asesinato, Romero habló sobre la carta que había recibido, en la homilía de la misa que celebró ese día. "Será de mucho agrado a los numerosos miembros que en nuestra Arquidiócesis forman el Opus Dei la carta que he recibido de su Presidente General, Mons. Álvaro del Portillo". Desde el púlpito, Romero leyó el texto completo de la misma, destacando el compromiso con que trabajan los miembros del Opus y su voluntad de servir a la Iglesia. Después siguió diciendo: "Me alegro mucho de que esa fuerza del Opus Dei no es al margen ni paralela, sino que está en plena línea con nuestra pastoral Arquidiocesana". El Arzobispo concluye con una frase que constituye al mismo tiempo un estímulo y un deseo: "Esperamos que los hechos confirmen esta orientación que les da el Presidente General del Opus Dei".

El comentario de Romero a la carta confirma la buena opinión que el obispo salvadoreño tenía de la Prelatura ya desde los tiempos de su encuentro con Escrivá de Balaguer, en 1975. En una carta dirigida a Pablo VI para apoyar la candidatura a los altares del fundador del Opus Dei, Romero afirma que se había sentido muy feliz de conocerlo personalmente y "de recibir de él aliento y fortaleza para ser fiel a la doctrina inalterable de Cristo y para servir con afán apostólico a la Santa Iglesia Romana". "La vida de Mons. Escrivá –sigue diciendo Mons. Romero- supo unir un diálogo continuo con el Señor a una gran humanidad: se descubría en seguida que era un hombre de Dios, se trato estaba lleno de delicadeza, cariño y buen humor. Conozco desde hace muchos años la labor del Opus Dei aquí en El Salvador y puedo dar fe del sentido sobrenatural que lo anima y la fidelidad a la doctrina del Magisterio que lo caracteriza. Personalmente, debo gratitud profunda a los sacerdotes de la Obra a quienes he confiado con mucha satisfacción la dirección espiritual de mi vida y de otros sacerdotes. Personas de todas clases sociales encuentran en el Opus Dei orientación segura para vivir como hijos de Dios en medio de sus obligaciones familiares y sociales. Y esto se debe sin duda a la vida y doctrina de su fundador".

En el diario, con fecha 6 de setiembre de 1979, Romero confirmaba la opinión positiva que tenía sobre la Obra: "Almuerzo con los padres del Opus Dei. Me contaron de su trabajo con profesionales, con estudiantes y también con obreros y personal del servicio. Es una obra silenciosa, de mucha espiritualidad… Es una mina de riqueza para toda la Iglesia, la santidad del laico en su propia profesión».

La amistad que unía a Romero con el Opus Dei continuó en el tiempo, literalmente hasta el día de su muerte. Se sabe que el mismo día que fue asesinado, Romero había transcurrido la mañana en una convivencia para sacerdotes organizada por la Obra.

Alver Metalli

Oración oficial del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa


Dios, Padre nuestro,
te alabamos y te bendecimos,
porque nos concedes la gracia de celebrar
el V centenario del nacimiento
de Santa Teresa de Jesús.

Señor Jesucristo, “amigo verdadero”,
ayúdanos a crecer en tu amistad,
para que, como Teresa, hija de la Iglesia,
demos testimonio de tu alegría ante el mundo,
atentos a las necesidades de la Humanidad.

Espíritu Santo,
ayúdanos a avanzar,
“con limpia conciencia y humildad”,
en el camino de la vida interior,
cimentados en la verdad,
con renovado desprendimiento,
y amor fraterno incondicional.

Como Teresa de Jesús,
maestra de espiritualidad,
enséñanos a orar de todo corazón:
“Vuestra soy, Señor, para Vos nací
¿qué mandáis hacer de mi? Amén.

Un pais de gilipichis: mindfulness obligatorio en colegios



Mi principal duda en este momento es si la gente realmente se está volviendo tonta, si se creen que los tontos somos los demás, o si el que se está volviendo rematadamente gilipichis es un servidor.

Ayer leía en el diario “El Mundo” (El inmundo que le dicen algunos) la noticia según la cual``unos 200 colegios públicos españoles han incorporado el mindfulness al horario escolar´´. Para empezar ya son ganas de meter palabros en extranjero cuando en español tenemos vocabulario más que de sobra, pero no me negarán que si lo dices en inglés queda la cosa mucho más chic.

¿Se puede saber qué es eso tan chic del ‘mindfulness’? Pues lo explica el mismo artículo perfectamente. Quiere decir que se agarra a los niños del cole, desde muy chiquitines, “adoptan la postura del loto, cierran los ojos, respiran hondo y elevan las palmas de las manos al estilo hindú mientras cantan un mantra que dice: «Sa, re, sa, sa. Sa, re, sa, sa». Suena el sitar. En la pizarra digital, una flor abre y cierra sus pétalos desde YouTube. Nazaret, Rayan y Emilia tienen sólo cinco años, pero mantienen la concentración como yoguis experimentados”.

Por lo visto es una práctica tan interesante que en muchos colegios “tanto públicos como privados” se realiza a diario, hasta el punto de que “el Gobierno de Canariasha sido pionero al implantar por primera vez este curso una asignatura obligatoria y evaluable que se llama Educación Emocional y que incluye un poco de mindfulnessen el plan de estudios”.

Sí, sí, están leyendo y comprendiendo perfectamente. A ver. Si a un niño de cinco años lo agarra un profesor católico, lo coloca de rodillas ante una imagen de Jesús o de María, le pide que junte las manitas y que repita unas avemarías, está haciendo un asqueroso acto de proselitismo, manipulación de conciencia, usurpación de cosas que son propias de la familia y metiendo lo que pertenece a la intimidad del individuo en la esfera de lo escolar. Pero claro, es un profesor católico.

Ahora bien, si a ese mismo niño lo agarra un experto en mindfulness, lo sienta en la postura del loto, hace que coloque sus manitas elevadas y repita cada día durante quince minutos eso tan bonito de “«Sa, re, sa, sa. Sa, re, sa, sa», entonces es otra cosa, aunque parezca que el chiquitín diga sarasa, sarasa, malpensado que es uno.

¿Frutos de esta práctica? Pues según el mismo diario “la proporción de alumnos que pasa al instituto con todas las asignaturas aprobadas ha crecido del 5% al 70%”. Que sí, que eso dicen, que en cuanto los han puesto a meditar con lo del sarasa, sarasa aprueban las materias como por ensalmo. ¿Qué ustedes no se lo creen? Ese es su problema, porque los niños van de cine.

Está clarísimo, la religión católica fuera de las aulas, por más que seamos un país católico, que es por lo visto lo que joroba. Y respeto a la conciencia de los niños, queenseñarles el Jesusito de mi vida es convertirles en el futuro en depravados sociales (que, por cierto, no creo yo que los concejales madrileños con esos tuits tan terribles se hayan educado en las ursulinas, al revés, todos estos anti sistema manifiestan especiales simpatías por lo del “om”).

Desde chiquitines. Religión católica prohibida. Postura del loto, mantras y filosofía budista, obligatorios. ¿Comprenden? Algunos cada día más espabilados, y nosotros cada vez más memos. Y encima habrá padres felices de que sus niños aprendan lo del sarasa, sarasa creyendo que así llegarán a ser Einstein. O al menos, concejales de Podemos, que digo yo que para ser esta gente tan amiga de lo oriental, luego se cabrean por todo.

No entiendo nada. Será cosa de los sesenta años que me han afectado las neuronas.

Jorge Glez. Guadalix

sábado, 20 de junio de 2015

Evangelio Domingo XII del Tiempo Ordinario – Ciclo B



Lectura del santo Evangelio según San Marcos 4, 35-40
Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?» Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?» Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero, quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»

Palabra del Señor

Vida Consagrada ordena el fin de cualquier actividad eclesial de los ex-miembros de Lumen Dei

(InfoCatólica) La Santa Sede, en una nota donde se explica la trayectoria seguida en los últimos años, deja clara la situación ante la Iglesia de los ex-miembros de Lumen Dei y del grupo que constituyeron tras abandonar la asociación.




Nota Informativa Sobre «Lumen Dei»

1.- Entre las diversas realidades eclesiales suscitadas por el Espíritu Santo en la Iglesia después del Concilio Vaticano II además de varios Institutos surgidos tras las huellas de las Familias religiosas históricas, han florecido también instituciones que, incluso conservando los elementos esenciales de la vida consagrada, han adoptado novedades relevantes por las que se identifican como «nuevas formas de vida consagrada».

2.- Lumen Dei fue fundado en este nuevo horizonte, aunque con el estilo riguroso de las comunidades tradicionales. Esta nueva realidad se inserta en un cuadro institucional organizativo incompatible, en algunos elementos, con los principios básicos de la legislación canónica. Justo por este obstáculo, no obstante el desarrollo numérico de sus miembros y el notable incremento del apostolado, muy estimado por su compromiso hacia los más necesitados, no ha sido posible reconocer a esta Asociación Unión Lumen Dei el estatuto jurídico-canónico apropiado.

3.- Este estado de cosas, sobre todo después de la muerte del Fundador, P. Molina, ha causado tensiones internas y situaciones problemáticas difícilmente superables sin la intervención de una autoridad externa. Una vez conocidos los hechos, ha sido un deber del Dicasterio para la vida consagrada prestar atención y ayuda a esta institución en dificultad.

4.- A causa de la resistencia de la dirección de Lumen Dei para aceptar las indicaciones de la Santa Sede a fin de resolver tales tensiones internas y las situaciones problemáticas en algunos de sus dirigentes en el orden moral y económico, este Dicasterio tuvo que nombrar una personalidad eminente como Comisario Pontificio de la Santa Sede en signo de benevolencia, encargando a un primer obispo tal responsabilidad. No fue aceptado y tras varios meses hubo de nombrarse a otro obispo como Comisario Pontificio, pidiendo a los dirigentes de la Unión Lumen Dei la aceptación pública y la voluntad de colaboración con quien ponía la Iglesia para clarificar y sanar la situación creada en la Asociación.

5.- Tras el nombramiento de un nuevo Comisario Pontificio en la persona de otro obispo, después del estudio personal de las Constituciones, de los encuentros con distintas personas de las tres ramas de la institución y conociendo las dificultades de relación entre las diferentes ramas, como también la compleja situación de la economía, el Comisario Pontificio confía a dos profesores de teología la tarea de examinar la sede de estudio y formación de los candidatos al sacerdocio. Igualmente a una superiora general y a una maestra de novicias para la rama femenina. Con la ayuda de expertos examina el estado financiero para hacer frente también a las muchas obligaciones para con terceros. El resultado permitió ver la confusión en la redacción de las Constituciones provisionales, la insuficiencia teológica y pedagógica en la formación, y una administración de sus bienes con puntos preocupantes.

6.- Cuando el Comisario Pontificio toma decisiones necesarias y oportunas en el campo administrativo y de orden interno entonces se pierde la confianza en él y se opta por una abierta oposición. En esta contingencia ha sido intensísimo el intercambio de informaciones por ambas partes con el Dicasterio, siendo difícil encontrar un punto de convergencia.


7.- Así, muchos miembros de Lumen Dei, en sus tres articulaciones, han acabado por autodimitirse de la Asociación, la cual sin embargo sigue siendo el ente aprobado por la autoridad competente, con todos los derechos, incluidos los de orden económico con las legítimas propiedades que Lumen Dei tiene a su nombre en bienes muebles, inmuebles, vehículos y demás pertenencias, que deberían haber sido devueltas, lo cual no ha sido el caso, lamentablemente. En justicia se tendrán que devolver todas las pertenencias del únicoLumen Dei que existe, aprobado por la Iglesia, así como los archivos y documentación de esta Asociación que siguen en manos de los ex miembros.

8.- Sería deseable, como signo de una renovada conciencia y voluntad de vivir en plena comunión eclesial, una reconsideración colectiva para restablecer la unidad de la familia del P. Molina y llevar a cabo en comunión la misión apostólica de gran valor para la Iglesia.Para lograr este objetivo habrá de aceptarse el debido discernimiento que la Santa Sede ha propuesto con sus directrices a Lumen Dei publicadas por este Dicasterio, con fecha 13 de mayo de 2014, a fin de encontrar el lugar eclesial de esta Asociación dentro del estatuto canónico correspondiente, con la adecuada formación teológica y pedagógica que se desprende de la praxis postconciliar del Vaticano II y el reciente magisterio eclesial sobre la vida consagrada.

9.- En la eventualidad de una futura agrupación de los ex-miembros de Lumen Dei,cualquier forma asociativa asuma, no se tendrá que hacer referencia alguna a Lumen Deiy a su fundador. Ha de señalarse también que la organización Prodein o ABC Prodein, no tiene ya ninguna vinculación con Lumen Deiy serán responsables de sus actividades ante las leyes y administraciones civiles. Tampoco tiene una identidad eclesial, puesto que se trata de una organización civil que explícitamente se ha situado en ese ámbito. Por este motivo, la ONG Prodein o ABC Prodein no podrá organizar bajo ningún supuesto actividades que tengan relación con la pastoral, la espiritualidad y los sacramentos. Habrá de cerrar las capillas u oratorios en sus sedes y centros.

10.- Con esta nota se ha querido dar una información sintética y objetiva sobre el origen y desarrollo de la situación pasada y presente en la que se encuentra la Asociación Lumen Dei.Aunque ha sufrido todos estos avatares, los que han permanecido fieles a las indicaciones que este Dicasterio ha ofrecido con la anuencia del Santo Padre el Papa Francisco, son los que representan el único Lumen Dei en el que la Iglesia reconoce a los herederos de la obra del fundador Padre Rodrigo Molina. Este Dicasterio, a través del Comisario Pontificio, continua ofreciendo todavía su premurosa atención y acompañamiento para discernir felizmente desde las directrices ya dadas, cuanto el Señor quiere de esta Asociación en su Iglesia.

11.- Aquellos miembros de Lumen Dei que masivamente decidieron abandonar la Asociación tendrían que ser informados de esta nota del Dicasterio, y considerar eventualmente un regreso a la familia y a la obra del Padre Rodrigo Molina, que no es otra sino Lumen Dei. Los sacerdotes que dejaron la Asociación, si deciden continuar en esa desvinculación conLumen Deideberán integrarse en sus respectivas diócesis de incardinación secundando lo que sus Ordinarios les indiquen. Los seminaristas podrían integrarse en un seminario diocesano, pero para el servicio futuro en esa diócesis como unos seminaristas más.

12.- Esto es cuanto deseamos comunicar a todos los interesados, después de haber escuchado a los obispos interesados, con los cuales nos hemos reunido en Roma el 20 de marzo de 2015. ¡Qué el Espíritu ilumine nuestro camino y la Virgen hecha Iglesia nos proteja con su materna intercesión!

Ciudad del Vaticano, 24 de mayo, fiesta de Pentecostés, de 2015

João Braz Card. de Aviz
Prefecto

+ José Rodríguez Carballo, ofm
Arzobispo Secretario

viernes, 19 de junio de 2015

Campamentos de verano, y la coliflor


Los campamentos de verano han sido desde comienzos del siglo XX un magnífico instrumento pastoral y formativo.
Un campamento bien organizado y preparado, tiene todas las posibilidades de convertir en realidad el famoso paradigma: “formar divirtiendo, divertir formando” , y todavía más, que los monitores se diviertan, y se formen.
Un espacio ideal donde los chicos son el objetivo de esos tres pasos para la maduración: informar, formar y divertir.
Cuando un chaval me pregunta si puede llevar al campamento la game, el móvil, los cascos… simplemente le digo: “no vas a tener tiempo, chaval, ni tiempo ni ganas”.
¡Qué bien entra Dios al aire libre, después de un baño en el río, o en lo alto del Bodón! Allí Dios se hace más visible, más presente, más asequible…
Jornadas intensas con muchas horas al sol, compartiendo con otros chavales experiencias, anécdotas, pequeñas aventuras.
¿Es posible que un chico gallego, hijo de pescadores, se haga amigo de un chaval de Santander, hijo de un catedrático?
Eso pasa, y es bueno que siga pasando, en un campamento.
No se me pueden olvidar esas Misas intensas al aire libre, con unos pájaros de compañía entonando una desconocida sinfonía.
Esas comidas sin caprichos: “mamá, mamá, ya me gusta la coliflor y las verduras” decía un chaval urbano el día de la familia. Un pequeño logro, casi un milagro.
Y más pequeños milagros: “abuela, ya no me da miedo las lagartijas”. Y otra: “abuelo, ayer vimos un oso de verdad” (un monitor vestido de oso, haciendo el oso).
“Papá, ya sé nadar” y otra: “mamá, ya se hablar con Dios”, y uno mayorcito: “papá, he descubierto que la Misa no es un rollo”.
Mensaje a los párrocos y catequistas: la organización de los campamentos, supone, sin duda, un notable esfuerzo, añadido al esfuerzo diario…
Quizá nos podemos ir haciendo mentalmente mayores y pensar: ¿compensó tanto trabajo? SÍ, compensó. Pasaran los años y esos chavales te vendrán a ver con la intención de apuntar a sus hijos al campamento. Recordarán con añoranza y emoción los fuegos de campamento, las canciones, las guitarras, el deporte, las pozas, los desayunos y la ¡coliflor!
Todo valió la pena. ¿Volvemos este año?

Por José Antonio Gómez Haces, Sacerdote Oviedo

La pastoral de los enfermos


El libro litúrgico que contiene los ritos para administrar el Sacramento de la Unción se titula: «Ritual de la Unción y de la Pastoral de Enfermos». Ya nos revela en su portada que es algo más que un simple ritual. Es un directorio de acción pastoral y una reflexión sobre el hecho de la enfermedad, el dolor humano y la debilidad de la ancianidad. Se trata de preparar y acompañar con una serie de servicios no tanto a los moribundos, sino todo el camino de la vida humana que en su final necesita una ayuda especial. Toda esta labor contempla muchas y variadas etapas de la existencia, que precisan la fuerza consoladora del Espíritu Santo y la tierna atención de la madre Iglesia.

Este enfoque es nuevo. Antes se llamaba: «Extrema unción». A este título se le había asociado la idea del miedo ante el tema tabú de ser la antesala de la muerte, que había que esconder para soslayarlo en lo posible. Sin embargo el hecho de morir está presente en la existencia humana igual que el nacer. La experiencia pastoral nos enseña que los enfermos y ancianos reciben la Santa Unción con gran fe y no se asustan, sino que encuentran fortaleza, esperanza, serenidad y consuelo. La novedosa concepción del Concilio Vaticano II, le dio un enfoque más amplio, más dirigido a orientar bien el sentido de la enfermedad, el dolor y la misma muerte desde la fe y la misericordia de Dios. No es un sacramento «extremo» sino de Salud y Vida espiritual que ayuda a estar con paz en los momentos de mayor sufrimiento.

Por eso la «Unción de los Enfermos» es un sacramento de la enfermedad y no una preparación dramática de la muerte. El ritual propone su celebración siempre que haya una debilidad importante causada por la enfermedad o la vejez, aunque no haya un inminente peligro de muerte. Es necesario catequizar a las comunidades cristianas en este sentido. Ya en muchos lugares se realizan celebraciones comunitarias de este sacramento, especialmente en la residencias de ancianos. Así se expresa el sentido eclesial del sacramento. También algunas personas, al afrontar una intervención quirúrgica, especialmente delicada, piden este sacramento.

La diócesis promueve en el entorno del sacramento de la «Unción de los Enfermos la Pastoral de Enfermos». Los párrocos, los capellanes de sanatorios, hospitales, clínicas y residencias de ancianos, los religiosos y religiosas especializadas, los voluntarios y agentes de la Pastoral de la Salud ofrecen un servicio esmerado, profesional y competente de atención personalizada a los enfermos. Su presencia humilde y servicial junto a los enfermos es la respuesta a una vocación y ministerio, que se basa en la invitación del Señor a realizar la obra de misericordia de «visitar a los enfermos». Así cumplen la parábola del «Buen Samaritano» (Lc 10, 30-35). En nombre de las comunidades cristianas cumplen la invitación del Apóstol San Pablo: «Si padece un miembro, de la comunidad, todos los miembros padecen con él» (1 Cor 12, 26).

La Iglesia, que está presente en los momentos más significativos de la vida de los fieles, los acompaña con un cariño y ternura especial en los preparativos del tránsito definitivo a la nueva vida en el encuentro con Dios. Toda la comunidad cristiana reza y encomienda a quienes van por delante en el signo de la fe y de la paz. Esta oración provoca que en los momentos de debilidad por la ancianidad y de la salud debilitada por la enfermedad, el Espíritu Santo conceda la «sabiduría del corazón» que no se adquirió en los años jóvenes. Se entiende cómo el Santo Job, lleno de paciencia al final de su dura experiencia, ora a Dios diciendo: «Yo te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos» (Job 42, 5). El que recibe la Unción de Enfermos se une a la oración del salmo: «Enséñanos, Señor, a calcular nuestros días, para que entre la sabiduría en nuestro corazón» (Salmo 90, 12). Con esta preparación la muerte no horroriza a los creyentes. Es un momento de tránsito misterioso, luminoso y confiado hacia la resurrección, a una nueva vida en Dios. ¿Puede haber forma más digna y consoladora de entregar la propia vida en manos de Dios?

 Francisco Pérez González,