lunes, 31 de octubre de 2016

La firme huella asturiana de San Juan XXIII. Por José Fernández Jerez


Hace unos años en un artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA, titulado ``Una anécdota de San Juan XXIII en Covadonga´´, el sacerdote José Manuel Feito recordaba el paso por el Santuario del entonces Cardenal Angelo Giuseppe Roncalli, que luego sería elegido Papa con el nombre de Juan XXIII cuatro años después. El viaje a Asturias tuvo lugar los días 20 y 21 de julio de 1954. Roncalli visitó Covadonga, Oviedo y Gijón. Antes había recorrido otras localidades del norte de la península, con meta en Santiago de Compostela.

En el artículo, Jose Manuel Feito, además de contar sus impresiones como seminarista durante aquella visita, apuntaba que los biógrafos del Papa decían que ``anotaba cada noche en su diario impresiones, sugerencias y oraciones´´. Hoy tenemos la suerte de conocer las anotaciones personales de Roncalli en su diario sobre lo que le pareció Asturias.

Uno de los acompañantes fue el sacerdote vasco, J.I. Tellechea Idígoras quien, debido a sus buenas relaciones con el secretario del Papa, pudo conseguir una copia de su diario. Lo publicó en el año 2000 en su libro ``Estuvo entre nosotros. Mis recuerdos de Juan XXIII en España´´, en la Editorial Biblioteca de Autores Cristianos (BAC).

La importancia del ejemplar no sólo radica en publicar las anotaciones originales en italiano con su traducción al español, sino también en las impresiones de Idígoras que, junto a las de Jose Manuel Feito y otros testigos, nos dan distintas perspectivas del paso de Roncalli por nuestra tierra.

El apunte del diario de Roncalli más específico sobre su visita a Asturias es la del miércoles, 21 de julio. Dice lo siguiente: ``A las 10 decía Misa en Covadonga, lugar sagrado del patriotismo español, desde el 737 cuando murió Pelayo...´´.Hospitalidad señorial en el cuarto del Obispo de Oviedo, como igualmente en Begoña en el cuarto del Obispo de Bilbao. Siempre las misioneras evangélicas, institución nueva e interesantísima. Festiva acogida en el seminario con cantos, a lo que respondo en latín. ¡Ah, Covadonga, nombre inolvidable ! De allí descendimos a Oviedo, con visita a su magnífica Catedral, y de Oviedo a Gijón. También aquí hospitalidad cortesísima por las mismas monjas. Es una casa de ejercicios. Mi alojamiento también aquí en el cuarto del Obispo. ¡Bien distinto de los pobres cuartos de Venecia!, escribía el Cardenal.

El Obispo de Oviedo al que se refiere es Lauzurica y Torralba (1949-1964). De estas visitas quedan sendos medallones en Covadonga y en la entrada de la Cámara Santa de la Catedral ovetense, Más allá de las anotaciones hechas por el Cardenal, resultan curiosos los recuerdos del P. Tellechea, que las complementan. Por ejemplo, en Covadonga el cardenal se reunió con los seminaristas, a los que según dice, respondió en latín. Sin embargo Tellechea recuerda que fue más un intento, que se trabucaba, y ante las risas de los asistentes, pasó a hablar en italiano ``porque todos le iban a entender muy bien´´.

Desde Covadonga fueron hasta Oviedo, y luego a Gijón, dónde se encuentran con las misioneras evangélicas. Estas tenían un taller de arte sacro, dónde reposaba una réplica de la Santina que habían hecho para la motonave Covadonga.

Cuenta Tellechea que el Cardenal ``se quedó extasiado ante ella y les preguntó si le harían una igual para él, para su capilla de invierno del Palacio Patrirquial de Venecia´´.

De esta forma, una réplica de la Santina pasó a acompañar al futuro Papa en su quehacer diario. Roncalli llegaría a declarar ``Yo amo a la Madonna de Covadonga como la amais vosotros los asturianos. Tengo su imagen en mi dormitorio y para ella es mi primera oración de la mañana´´.

Les recomiendo la lectura del libro de Tellechea Idígoras. Además, aprovechando que el pasado 24 de octubre se celebró el día de las bibliotecas, sepan que tienen una copia en el seminario de Oviedo, una de esas bibliotecas que huele a libro, a silencio y a historia.

Para llegar sólo tienen que subir los sesenta y seis peldaños de la escalera que va de la plaza San Miguel hasta la cima. Una vez allí, podrán entrar en una de las bibliotecas más hermosas de Asturias. Hagan el esfuerzo. Merece la pena.

sábado, 29 de octubre de 2016

Evangelio Domingo XXXI del Tiempo Ordinario

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Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (19, 1-10)

Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. Vivía en ella un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. Quería conocer a Jesús, pero no conseguía verle, porque había mucha gente y Zaqueo era de baja estatura. Así que, echando a correr, se adelantó, y para alcanzar a verle se subió a un árbol junto al cual tenía que pasar Jesús.
Al llegar allí, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja en seguida porque hoy he de quedarme en tu casa.»
Zaqueo bajó aprisa, y con alegría recibió a Jesús. Al ver esto comenzaron todos a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo, levantándose entonces, dijo al Señor: «Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes; y si he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.»

Palabra del Señor

EL PODER DE DIOS, Comentario a la Palabra de Dios. Por Ángel Moreno de Buenafuente

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A la hora de tratar con Dios, nos suele traicionar el concepto que tenemos del poder, y al invocarlo como Todopoderoso, interpretamos su poder a la manera humana y le convertimos en un gran mandatario, como son los de nuestro mundo, que emplean su posición incluso para entablar contiendas y guerras.

Hoy el texto bíblico nos define la peculiaridad del poder divino, que se aparta esencialmente de nuestra posible proyección: “Señor, te compadeces de todos, porque todo lo puedes”. Dios puede tanto, que hasta le es posible hacerse pequeño, débil, menesteroso, entrañable, y en vez de reaccionar como nosotros cuando nos ofenden, Él lo hace con misericordia. Una oración litúrgica del siglo VIII reza: “Oh Dios que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y en el perdón”.

Hay un principio teológico que nos debería dar siempre esperanza: Nada existe sin que Dios lo quiera. Dice el texto del libro de la Sabiduría: “¿Cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido?” Cada uno de nosotros ha llegado a ser historia por el amor que Dios nos tiene. Nuestra existencia es la prueba de su voluntad amorosa. Y si acaso sentimos que nos corrige, lo hace para nuestro bien. “Corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor”.

El Evangelio de este domingo presenta uno de los ejemplos más emblemáticos de la misericordia de Dios, manifestada en su Hijo. Jesús repara en Zaqueo, que ha superado la vergüenza y delante de los demás, a pesar de ser considerado un publicano y pecador, se sube a un árbol, con riesgo de hacer ridículo, porque desea ver a Jesús. Es magnifica la homilía que el papa Francisco dirigió a los jóvenes en Cracovia, centrada en el evangelio que hoy se proclama en la Liturgia.

Jesús manifiesta el deseo de entrar en la casa de Zaqueo, en tu casa, y aunque puedas responder como el centurión que no eres digno de recibirlo, Él supera todo obstáculo y quien es en verdad posada se convierte en huésped, imagen que corrobora la revelación divina de presentarse no tanto como un Dios poderoso, sino como un alguien necesitado. Nada nos puede separar el amor de Jesús. “Dios nos ama tal y como somos, y no hay pecado, defecto o error que lo haga cambiar de idea” (Francisco, JMJ, Cracovia)

Zaqueo bajó enseguida y recibió muy contento a Jesús. Este año de la misericordia hemos sido alentados a practicar las obras de misericordia, y entre ellas la de acoger al forastero, al peregrino, a quien se cruza con nosotros en el camino.

viernes, 28 de octubre de 2016

Movimiento económico del Cementerio Parroquial de Lugones (2016)


-SALDO a 01/11/2015: 7.393´82€

-INGRESOS por cuotas, servicios y colectas desde el 01/11/2015 al 31/10/2016: 15.927´61€

Sigue habiendo gente que no paga, pero como en años anteriores, se aprecia una cierta normalización en el abono de cuotas. También en número significativo, algunos sólo se ponen al día cuando se les exige por la Funeraria al ejercitar (por “necesidad”) el “Derecho de Uso” sobre los nichos. Este año se ha procedido ya a la intervención de algunos nichos (empiezan a escasear y “hacer falta”) por “abandono”, lo que lleva aparejado el impago de cuotas, trasladando restos (con el debido decoro) al Osario Parroquial. Se mantiene, igualmente, la genérica de años anteriores en lo ingresado por “servicios” (con un descenso significativo este año) y por colectas de funerales.

TOTAL INGRESOS: 23.321´43€

GASTOS:

-Por reparaciones y arreglos en zonas comunes (desconchados, cargas y pintura; desatasco de alcantarillas y recuperación y alicatado de nichos antiguos) 4.125´00€

-Por limpiezas de aceras 5.500´00€

-Por conservación y limpieza ordinarias 1.660´00€

-Por liquidación de lo adeudado de la reparación del muro perimetral principal acometida el pasado año 4.793´00€

TOTAL GASTOS: 16.078´00€

SALDO A 31/10/2016: 7.243´43€ El protocolo de recursos económicos sigue siendo el mismo:

A) -Cuotas y servicios; B) -Colectas de Funerales; C) -Aportaciones de la Parroquia

D) –Créditos (si hicieran falta)

Aunque las cuentas ya están saneadas y en “positivo”, sigue siendo de vital importancia mantener la línea de responsabilidad en el pago de las cuotas (gracias a lo cual y entre todos, hemos hecho muchas cosas) para seguir teniendo atendidos como se merecen, en un lugar digno, a nuestros difuntos y poder enfrentar el costoso mantenimiento ordinario de nuestro Camposanto.

Como consecuencia de la limpieza de las aceras ennegrecidas por la humedad, la empresa que realizó la misma produjo involuntariamente salpicaduras en algunos nichos (“D”-los de abajo-). La Parroquia, en el plazo definido reclamará a la empresa y su aseguradora las reparaciones a que hubiere lugar de aquellos adjudicatarios de estos nichos que se encuentren al corriente de pago de las cuotas de mantenimiento.

CUENTA CEMENTERIO (Banco Popular): 0075 0882 19 0600029256

RECORDAMOS que el impago de la cuota puede dar lugar a la revocación del título del “Derecho de Uso” (quien abandona la obligación que conlleva un derecho, abandona también el derecho) y, en todo caso, no se atenderá ningún “servicio”, ni por la Funeraria San Mateo (encargada del Cementerio) ni por la Parroquia, que no esté al corriente de pago. Igualmente, TODAS las obras que se realicen en los nichos o en su entorno han de contar con el PERMISO ESCRITO de la Parroquia, titular y única administradora del Cementerio y sus nichos, y, en caso de su concesión, quedará el mismo condicionado al cumplimiento del criterio estético que recoge la normativa eclesiástica vigente y que se reseña al reverso de los “Títulos o Escrituras.”

-Funeraria San Mateo: (985 27 79 99) exigirá siempre para cualquier intervención en los nichos el Título (“Escritura”) del “Derecho de Uso” y los recibos de estar al corriente de pago de las anualidades del 2005 en adelante, así como el Permiso de Obras para intervenir.

ANTE CUALQUIER DUDA O ACLARACIÓN DIRIGIRSE A LA PARROQUIA:
985 26 04 14

jueves, 27 de octubre de 2016

El sacerdote Francisco Simón Conesa Ferrer ha sido nombrado obispo de Menorca



La Santa Sede ha hecho público, a las 12.00 h. de hoy, jueves 27 de octubre, que el papa Francisco hanombrado al sacerdote Francisco Simón Conesa Ferrer obispo de Menorca. Así ha sido comunicado por la Nunciatura Apostólica en España a la Conferencia Episcopal Española (CEE). Francisco Simón Conesa Ferrer es en la actualidad rector de la Basílica de Santa María de Elche.

La diócesis de Menorca estaba vacante por el traslado de Mons. Salvador Giménez Valls a la diócesis de Lleida. Desde septiembre de 2015 está al frente de la diócesis, como administrador diocesano, el sacerdote Gerard Villalonga Hellín.

Rector de la Basílica de Santa María de Elche desde 2014

Francisco Simón Conesa Ferrer nació en Elche el 25 de agosto de 1961. Cursó estudios eclesiásticos en el seminario diocesano y fue ordenado sacerdote el 29 de septiembre de 1985. Es doctor en Teología (1994) y en Filosofía (1995) por la Universidad de Navarra.

Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la diócesis de Orihuela-Alicante, donde ha desempeñado los siguientes cargos: vicario parroquial de la parroquia ilicitana de Nuestra Señora del Carmen (1985-1987), de la Inmaculada de San Vicente del Raspeig (1994-1996) y de Nuestra Señora de Gracia de Alicante (1997). Desde 1998 al 2014 fue el vicario general de la diócesis.

En la actualidad es profesor del seminario diocesano, donde imparte Filosofía del Lenguaje y Teología Fundamental, desde 1992; profesor asociado de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, desde 1994; canónigo magistral de la Catedral de Orihuela, desde 2001; y rector de la Basílica de Santa María de Elche, desde 2014. Fue nombrado prelado de honor de su Santidad en el año 2012.

Proceso de talla de la nueva Imagen de la Soledad de Lugones


Carta semanal del Sr. Arzobispo


Malva de noviembre, oración por la vida tras la muerte

Estamos a las puertas de noviembre, ese mes que tantos artistas y escritores han pintado y descrito como un mes ceniciento en malva, con colores pastel y estrofas de añoralgia en el otoño tardío. En este ambiente sereno comenzamos en breve a tener esa doble memoria: los santos y los difuntos, haciendo un alto en nuestras habituales correrías para encarar una vez más el recuerdo de los santos que en el mundo han sido y los difuntos que no queremos ni sabemos olvidar. A quien hemos querido de verdad jamás sale de la memoria ni del corazón: son palabras, consejos, mil ejemplos que se nos agolpan. Ahí están esas personas que nos han precedido en la aventura de vivir y que han sabido sembrar en nosotros tantas cosas luminosas, tantos sueños compartidos, algún sufrimiento pasajero y tantos buenos ratos por los que brindar conmovidos mientras damos gracias.

Los cristianos no somos solamente gente agradecida que no olvida sus ancestros y las personas que nos regalaron su afecto, su tiempo y su hogar. Esto lo hace con noble sentimiento cualquier persona de bien. Pero llegadas estas calendas, a los cristianos no es que se nos ponga cara de crisantemo vistiendo de violeta nuestra usanza. No se trata de un mes incómodo y tristón que queremos pasar de puntillas para que no nos afecten unos días inevitables antes de adentrarnos en el diciembre de la navidad. La hondura del sentir de nuestro pueblo cristiano, ha querido en ese mes rendir memoria a nuestros difuntos, pero no como se recuerda a alguien con nostalgia triste y plañidera para acabar sólo constatando cómo se pasa la vida tan callando, como decía el poeta Jorge Manrique.

¿Cómo hacemos pues, los cristianos, este recuerdo de nuestros difuntos? En primer lugar, lo hacemos con toda la dignidad de quien sabe agradecer los dones que de otros hemos recibido. Y miramos el álbum de la vida, para recordar con gratitud a esas personas que con su nombre y con su gracia, han sido para cada uno una bendición. Familiares, amigos, compañeros… todos están ahí en nuestro recuerdo más entrañable y lleno de gratitud.

En segundo lugar lo hacemos no como quien recuerda la derrota que ha infligido la muerte en aquellos que jamás quisimos que se nos fueran, sino como afirmación de la vida y su triunfo. Porque hay lágrimas que pueden ser de protesta, de rebelión blasfema incluso, por el imparable golpe frío de la muerte, como sucede en quienes lloran hasta la desesperación. Pero también hay lágrimas –llanto al fin– que sencillamente desahogan un sentir y hasta logran contar humildemente una verdad: que no nos queremos resignar sin más a la muerte, porque hemos nacido para la vida. Son las lágrimas creyentes que logran bañar una exigencia de nuestro corazón: la felicidad para la que hemos nacido y para la que ni siquiera la muerte nos logra separar.

En tercer lugar, y como la más hermosa consecuencia, los cristianos vivimos el recuerdo de nuestros difuntos desde esa virtud de la esperanza. Que la muerte, la de los nuestros más nuestros y hasta la nuestra propia cuando nos llegue el adiós, es tan sólo una palabra penúltima, un hasta luego sin par, un dejar suspendido el tiempo mientras nos adentramos en la eternidad. Por eso, además de la gratitud, además de nuestras lágrimas creyentes con las que el corazón afirma su fe en la vida, también rezamos por el descanso eterno de quienes para ese destino bondadoso y feliz fueron creados. Agradecer el recuerdo, creer en la vida y orar esperanzados. Así hacemos los cristianos nuestro homenaje creyente a los fieles difuntos mientras dura la espera del eterno reencuentro con Dios y con todos los santos.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 26 de octubre de 2016

HORARIOS


Ante la concentración de vecinos de Carballo delante de la sede del Arzobispado de Oviedo

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Representantes del Arzobispado de Oviedo se reunieron el lunes, 24 de octubre, como vienen haciendo desde hace meses, con técnicos del Ayuntamiento de Cangas de Narcea, con el fin de ultimar los plazos de la licencia de las obras de ampliación en el interior del cementerio parroquial de Carballo, solicitada al sacerdote por un grupo de feligreses de la parroquia.

La reunión del pasado lunes transcurrió en un clima cordial, y los representantes del Consistorio manifestaron el máximo interés en que las obras se realicen cuanto antes. En cuanto se obtenga la licencia, la Comisión de Asuntos Económicos para las Obras del Arzobispado de Oviedo dará paso a la autorización para la ampliación del cementerio parroquial.

En cuanto a los restos óseos que, en el comienzo de las obras, surgieron con motivo del removimiento de tierra, fueron recogidos e incorporados en recipientes, a la espera de ser depositados en los nichos óseos. A día de hoy, la Consejería de Sanidad ha emitido un informe favorable para que haya un espacio destinado a osario en el citado cementerio. Obra que se realizará a la par que la ampliación del mismo.

Asimismo, el Arzobispado de Oviedo desea hacer público el respaldo al sacerdote de Santa María de Carballo, al igual que lo ha hecho una amplia representación de vecinos, que han puesto de relieve el “buen hacer” del párroco, “colaborando con la justa causa de que todos los vecinos de la parroquia de Santa María de Carballo puedan disponer de una sepultura digna donde inhumarse”, tal y como queda recogido en un escrito de adhesión recibido en la sede del Arzobispado hace unas semanas, firmado por dichos feligreses.

Oviedo 26/10/2016

Instrucción Ad resurgendum cum Christo acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación

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1. Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario «dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor»(2 Co 5, 8). Con la Instrucción Piam et constantem del 5 de julio de 1963, el entonces Santo Oficio, estableció que «la Iglesia aconseja vivamente la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos», pero agregó que la cremación no es «contraria a ninguna verdad natural o sobrenatural» y que no se les negaran los sacramentos y los funerales a los que habían solicitado ser cremados, siempre que esta opción no obedezca a la «negación de los dogmas cristianos o por odio contra la religión católica y la Iglesia»(1). Este cambio de la disciplina eclesiástica ha sido incorporado en el Código de Derecho Canónico (1983) y en el Código de Cánones de las Iglesias Orientales (1990).

Mientras tanto, la práctica de la cremación se ha difundido notablemente en muchos países, pero al mismo tiempo también se han propagado nuevas ideas en desacuerdo con la fe de la Iglesia. Después de haber debidamente escuchado a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y muchas Conferencias Episcopales y Sínodos de los Obispos de las Iglesias Orientales, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha considerado conveniente la publicación de una nueva Instrucción, con el fin de reafirmar las razones doctrinales y pastorales para la preferencia de la sepultura de los cuerpos y de emanar normas relativas a la conservación de las cenizas en el caso de la cremación.

2. La resurrección de Jesús es la verdad culminante de la fe cristiana, predicada como una parte esencial del Misterio pascual desde los orígenes del cristianismo: «Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce» (1 Co15,3-5).

Por su muerte y resurrección, Cristo nos libera del pecado y nos da acceso a una nueva vida: «a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos… también nosotros vivamos una nueva vida» (Rm 6,4). Además, el Cristo resucitado es principio y fuente de nuestra resurrección futura: «Cristo resucitó de entre los muertos, como primicia de los que durmieron… del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo» (1 Co 15, 20-22).

Si es verdad que Cristo nos resucitará en el último día, también lo es, en cierto modo, que nosotros ya hemos resucitado con Cristo. En el Bautismo, de hecho, hemos sido sumergidos en la muerte y resurrección de Cristo y asimilados sacramentalmente a él: «Sepultados con él en el bautismo, con él habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que le resucitó de entre los muertos»(Col2, 12). Unidos a Cristo por el Bautismo, los creyentes participan ya realmente en la vida celestial de Cristo resucitado (cf. Ef 2, 6).

Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. La visión cristiana de la muerte se expresa de modo privilegiado en la liturgia de la Iglesia: «La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma: y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo»(2). Por la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado, reuniéndolo con nuestra alma. También en nuestros días, la Iglesia está llamada a anunciar la fe en la resurrección: «La resurrección de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos por creer en ella»(3).

3. Siguiendo la antiquísima tradición cristiana, la Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados (4).

En la memoria de la muerte, sepultura y resurrección del Señor, misterio a la luz del cual se manifiesta el sentido cristiano de la muerte (5), la inhumación es en primer lugar la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporal (6).

La Iglesia, como madre acompaña al cristiano durante su peregrinación terrena, ofrece al Padre, en Cristo, el hijo de su gracia, y entregará sus restos mortales a la tierra con la esperanza de que resucitará en la gloria (7).

Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, la Iglesia confirma su fe en la resurrección de la carne (8), y pone de relieve la alta dignidad del cuerpo humano como parte integrante de la persona con la cual el cuerpo comparte la historia(9). No puede permitir, por lo tanto, actitudes y rituales que impliquen conceptos erróneos de la muerte, considerada como anulación definitiva de la persona, o como momento de fusión con la Madre naturaleza o con el universo, o como una etapa en el proceso de re-encarnación, o como la liberación definitiva de la “prisión” del cuerpo.

Además, la sepultura en los cementerios u otros lugares sagrados responde adecuadamente a la compasión y el respeto debido a los cuerpos de los fieles difuntos, que mediante el Bautismo se han convertido en templo del Espíritu Santo y de los cuales, «como herramientas y vasos, se ha servido piadosamente el Espíritu para llevar a cabo muchas obras buenas»(10).

Tobías el justo es elogiado por los méritos adquiridos ante Dios por haber sepultado a los muertos(11), y la Iglesia considera la sepultura de los muertos como una obra de misericordia corporal(12).

Por último, la sepultura de los cuerpos de los fieles difuntos en los cementerios u otros lugares sagrados favorece el recuerdo y la oración por los difuntos por parte de los familiares y de toda la comunidad cristiana, y la veneración de los mártires y santos.

Mediante la sepultura de los cuerpos en los cementerios, en las iglesias o en las áreas a ellos dedicadas, la tradición cristiana ha custodiado la comunión entre los vivos y los muertos, y se ha opuesto a la tendencia a ocultar o privatizar el evento de la muerte y el significado que tiene para los cristianos.

4. Cuando razones de tipo higiénicas, económicas o sociales lleven a optar por la cremación, ésta no debe ser contraria a la voluntad expresa o razonablemente presunta del fiel difunto, la Iglesia no ve razones doctrinales para evitar esta práctica, ya que la cremación del cadáver no toca el alma y no impide a la omnipotencia divina resucitar el cuerpo y por lo tanto no contiene la negación objetiva de la doctrina cristiana sobre la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo(13).

La Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos; sin embargo, la cremación no está prohibida, «a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana»(14).

En ausencia de razones contrarias a la doctrina cristiana, la Iglesia, después de la celebración de las exequias, acompaña la cremación con especiales indicaciones litúrgicas y pastorales, teniendo un cuidado particular para evitar cualquier tipo de escándalo o indiferencia religiosa.

5. Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente.

Desde el principio, los cristianos han deseado que sus difuntos fueran objeto de oraciones y recuerdo de parte de la comunidad cristiana. Sus tumbas se convirtieron en lugares de oración, recuerdo y reflexión. Los fieles difuntos son parte de la Iglesia, que cree en la comunión «de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia»(15).

La conservación de las cenizas en un lugar sagrado puede ayudar a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares y de la comunidad cristiana. Así, además, se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas.

6. Por las razones mencionadas anteriormente, no está permitida la conservación de las cenizas en el hogar. Sólo en casos de graves y excepcionales circunstancias, dependiendo de las condiciones culturales de carácter local, el Ordinario, de acuerdo con la Conferencia Episcopal o con el Sínodo de los Obispos de las Iglesias Orientales, puede conceder el permiso para conservar las cenizas en el hogar. Las cenizas, sin embargo, no pueden ser divididas entre los diferentes núcleos familiares y se les debe asegurar respeto y condiciones adecuadas de conservación.

7. Para evitar cualquier malentendido panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos, teniendo en cuenta que para estas formas de proceder no se pueden invocar razones higiénicas, sociales o económicas que pueden motivar la opción de la cremación.

8. En el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le han de negar las exequias, de acuerdo con la norma del derecho (16).

El Sumo Pontífice Francisco, en audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto el 18 de marzo de 2016, ha aprobado la presente Instrucción, decidida en la Sesión Ordinaria de esta Congregación el 2 de marzo de 2016, y ha ordenado su publicación.

Roma, de la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 15 de agosto de 2016, Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María.

Gerhard Card. Müller
Prefecto

 +Luis F. Ladaria, S.I.
Prefecto Arzobispo titular de Thibica
Secretario

10 ideas, divertidas unas, serias otras, para celebrar bien Todos los Santos (y no Halloween)

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(Religión en libertad)
¿Ideas para Halloween o para Todos los Santos? Decir que Halloween es pagano, siniestro, frívolo o consumista no va a ser suficiente para contrarrestarlo, ya que por un lado la gente contagia las ganas de divertirse y, por el otro, los comerciantes e industrias del entretenimiento lo fomentan porque les da beneficios económicos.

(Lea aquí en ReL Las 4 dimensiones de Halloween)

En vez de simplemente decir "no a Halloween" tiene más sentido presentar alternativas.Desde hace 8 años la diócesis de Alcalá de Henares celebra Holywins (``lo santo gana´´), una combinación de actividades lúdicas y de oración, que ha inspirado iniciativas en muchas otras ciudades y países. Pero las ideas alternativas pueden ser de lo más variadas y se pueden practicar en casa, en los colegios y las parroquias... y luego colgar fotos en Internet.

Alejandra María Sosa Elízaga recoge un listado de ideas en un artículo publicado en el semanario Desde la fe, de la Arquidiócesis de México, reproducido también en SIAME (Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México), que publicamos a continuación.

¡Celebremos a los santos, no a los espantos!
por Alejandra María Sosa Elízaga

Como cada año por estas fechas, comercios y calles se inundan de diablos, fantasmas, monstruos, calacas, y demás parafernalia del ‘Halloween’, mucha gente lo toma como algo normal e incluso divertido, pero pensándolo bien, desde el punto de vista cristiano, ¿qué tiene de divertido disfrazar a los niños o decorar la casa con personajes que representan el mal, la tiniebla, lo opuesto a Aquél que es la Luz del mundo, enemigos del Señor en quien creemos?

Como cristianos, estamos llamados a celebrar el bien y lo bueno, así que vale la pena hacer un verdadero esfuerzo por recuperar el espacio perdido, y rescatar la víspera de la Solemnidad de Todos los Santos para festejarlos a ellos y agradecerles que nos dan tan buen ejemplo y se la pasan intercediendo por nosotros.

Falta más de una semana, hay suficiente tiempo para organizar un festejo en familia, en el grupo o la comunidad parroquial. Aquí tienes diez sugerencias prácticas para que tomes ideas:

1. Disfraces de santos.
Que todos, niños y adultos, vayan disfrazados de santos, y cada uno platique por qué eligió ese disfraz, qué es lo que le gusta de ese santo o santa.

2. Dulces con estampitas.
A los niños que toquen a la puerta pidiendo dulces, no darles golosinas decoradas para Halloween, sino golosinas normales a las que se les dibujen caritas sonrientes con aureola, y regalar también estampitas de santos (se pueden mandar hacer fotocopiadas y recortadas, por ejemplo, de nuestro nuevo niño santo san Joselito).

3. Santos por equipos.
Dividir a los asistentes a la fiesta en equipos, darles material (papel crepé, de china, cuerdas, etc.) para que se diviertan elaborando un disfraz de santo para disfrazar a algún miembro del equipo, y que cada equipo explique por qué eligió ese santo, y cuente lo que sepa de su vida. Y a todos darles premio por su ingenio y esfuerzo.

4. Santos en dibujos.
Que chicos y grandes se entretengan haciendo e iluminando dibujos de sus santos favoritos (no le hace que no les salgan perfectos), para pegarlos en la pared como exposición.

5. ¡Hazte una foto con aureola!
Recortar aureolas de papel y pegarlas en la pared a diferentes alturas, para que los asistentes se paren delante de la pared y se les tome foto y parezca que tienen aureola. Quedan muy simpáticas las fotos de todos convertidos en ‘santitos’.

6. Cada uno, su historia de un santo
Que cada uno de los asistentes se prepare con anticipación para contar alguna anécdota interesante, conmovedora o divertida de algún santo.

7. Los santos en video
Organizar un mini festival de videos de vidas de santos.

8. Grandes frases de santos, en carteles
Poner en el avisero de la iglesia o en alguna pared de la casa, papeles con frases favoritas de diversos santos, sobre todo del santo patrono de esa iglesia particular.

9. Misa de Todos los Santos el 1 de noviembre
Asistir juntos el día 1° de noviembre a la Misa de la Solemnidad de todos los Santos.

10. Lo que dice el Catecismo
Leer lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica acerca de los santos (en C.I.C. # 956-957, y al final hacer una oración para pedir la intercesión de los santos, en especial de los patronos o favoritos de los asistentes.

La intención es que puedas organizar un festejo sencillo, divertido, en el que estén presentes las dos cosas que más gustan del Halloween a los niños: disfrazarse y recibir dulces, pero dándoles un giro, para que no sea una fiesta pagana y mucho menos anti cristiana.

Anímate y envíanos las fotos de tu evento, para publicarlas en las páginas web y de facebook de Desde la fe.¡Celebremos a los santos, no a los espantos!

martes, 25 de octubre de 2016

El DOMUND de Rafaela. Por Jorge Glez. Guadalix



Rafaela es tenaz como una mula de las que había antes por su pueblo. Semana a semana asiste impertérrita a las reuniones de mujeres que celebra don Jesús. A estas alturas ni don Jesús comprendería una reunión sin tener frente a sí a la tan siempre peleona como cariñosa en el fondo de Rafaela, ni Rafaela podría faltar a la cita con su párroco. Ya saben eso de que “amores reñidos son los más queridos”, que se dice en su pueblo.

Rafaela ya casi ni me llama. Alguna vez para felicitarme por el santo o preguntar por la familia. Yo, que soy un desastre para las relaciones sociales, cuando buenamente me acuerdo, que siempre es menos de lo que debiera.

Pero anoche sí que hubo llamada y de esas que yo sabía con enjundia. Y claro que la hubo, porque están preparando el DOMUND de siempre y don Jesús quiso reunirse con ellas para hablar de las misiones.

- ¿A que no sabes lo que nos ha dicho hoy don Jesús?

- No, pero estoy seguro de que me lo vas a contar.

Y me lo contó, claro que me lo contó, que para eso llamaba y bien que supo escoger la hora para que pillarme con prisas.

En definitiva, eso de que cada uno se puede salvar con su religión, que no es necesario hacerse católico para ir al cielo y que, incluso, pretender que dejen su religión para hacerse católicos podría ser hasta una falta de respeto a las personas y un obligarles a dejar su cultura y sus costumbres, que a lo mejor son tan buenas o mejores que las nuestras.

Hasta ahí podía llegar la cosa, porque en esto Rafaela es clara como el agua del arroyo Milanés, que es el de su pueblo, y que no hay forma de saber por qué se llama así. Pero eso es otra historia.

No me dejó ni hablar.

Años me he pasado, de cría, decía Rafaela, pasando la hucha por todas las casasdel pueblo hasta que me echaban a patadas. Sacrificios por las misiones. Dinero para bautizar negritos. Nos veníamos a la iglesia a rezar el rosario de rodillas y hasta con los brazos en cruz para que los chinitos se convirtieran a Jesucristo. Me acuerdo ahora, fíjate tú, de un primo de mi madre, que estaba yo creo que por América o por ahí, y que una vez que vino nos contaba de los indios que había bautizado y cómo se pasaba las semanas a caballo para acudir a los sitios más lejanos para predicar, bautizar y enseñar la fe a aquellas gentes.

¿Y me viene ahora don Jesús con que lo que hacía ese primo de mi madre era faltar al respeto a aquella gente y que lo de pedir dinero para las misiones y para bautizar chinitos era pérdida de tiempo porque todos se salvan? ¿Me vais a decir ahora que tratar de convertir a una persona a la Iglesia Católica es una barbaridad?

No. No me digas nada, si esto es un desahogo. Pero ¿sabes cuántas veces tengo la impresión de que alguien me está tomando el pelo? La única duda es si me tomaban el pelo antes o ahora.

- Rafaela… ¡Rafaela! No me seas bruta.

- No, si encima me llamarán bruta por querer enterarme bien de las cosas.

lunes, 24 de octubre de 2016

San Judas Tadeo en la Balesquida


¿Quién es el autor de la nueva Imagen de Nuestra Señora de La Soledad, para la Cofradía de Lugones?

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José Miguel Tirao Carpio y su obra

José Miguel Tirao Carpio nace en la localidad jiennense de Torredonjimeno, el 29 de Mayo de 1.964, y ya a la temprana edad de 12 años talla su primera obra, la imagen de San Pedro. Su etapa de formación comienza en 1977, y la realiza en prestigiosos talleres de Granada y Sevilla. En 1985 instala su taller en su localidad natal, comenzando su fructífera producción imaginera, de la que ha dejado excepcional huella en la capital del Principado de Asturias, con sus obras para la Hermandad de Los Estudiantes: el Misterio de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia  y su Santa Madre, la Esperanza de Oviedo. Y ahora con la talla de Nuestra Señora de la Soledad para la Cofradía del Cristo de la Piedad de Lugones (Siero).

La maestría de este artista queda patente en el hecho de que sin salirse de los cánones escultóricos imagineros de la Escuela Andaluza, es capaz de crear nuevos modelos propios y personales, dónde conjuga el gran dominio técnico con una extrema belleza y expresividad. Por ejemplo, el rostro de María Santísima de la Esperanza de Oviedo, muestra una emoción contenida, en clara referencia a su advocación. Se trata de una imagen de Dolorosa que está dentro de la Escuela Andaluza, enmarcada en el modelo de mujer adolescente y de gran belleza natural.

Entre la extensa obra de Tirao Carpio, repartida por toda la geografía nacional (Murcia, Barcelona, Oviedo, Ciudad Real, Albacete, Almería, Cádiz, Valencia, Valladolid, Madrid...), podemos citar: Cristo de la Misericordia de Carboneras (Almería), San Juan Evangelista de León, Ntra. Sra. del Rosario de Barcelona, Jesús Resucitado de Torredelcampo (Jaén), Ntro. Padre Jesús Cautivo del Santuario de Ntra. Sra. de la Cabeza de Andújar (Jaén), Jesús de la Caída de Almagro (Ciudad Real), Prendimiento de Guadix (Granada), La Piedad de Carboneras (Almería), Resucitado de Almagro (Ciudad Real), Cristo de la Expiración de Alhendín (Granada), San Juan Evangelista de Jamilena (Jaén), Ntra. Sra. de las Angustias de Granada, etc. A esto hay que añadir un gran número de figuras secundarias, su excelente labor como restaurador, y junto a su hermano Francisco, la realización y diseño de gran número de pasos y tronos.

- Imágenes de Cristo:

Jesús Resucitado de Torredelcampo (Jaén)
Nuestro Padre Jesús del Consuelo Orando en el Huerto de Bailén (Jaén)
Nuestro Padre Jesús de la Sentencia de Oviedo (Asturias)
Santísimo Cristo de la Misericordia de Carboneras (Almería)
Jesús Resucitado de Almagro (Ciudad Real)
Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Torredonjimeno (Jaén)
Cristo de la Expiración de Alhendín (Granada)
Divino Cautivo de Sierra Morena de Andújar (Jaén)

- Imágenes de Santa María:

María Auxiliadora en su Desconsuelo y Misericordia de Martos (Jaén)
María Santísima de la Esperanza de Oviedo
María Santísima de la Angustia de Carboneras (Almería)
María Santísima de la Amargura de Mengíbar (Jaén)
María Santísima del Calvario de Huelma (Jaén)
María Santísima de la Misericordia, Amor y Perdón de Albacete
Nuestra Señora de la Piedad de Carboneras (Jaén)
Santísima Virgen de la Antigua de Alcaudete (Jaén)

- Misterios e imágenes secundarias:

San Juan Evangelista de Léon
Ángel de la Anunciación de Torredelcampo (Jaén)
La Verónica de Almagro (Ciudad Real)
Santa María Magdalena de la Anunciación de Torredelcampo (Jaén)
Poncio Pilato y Sanedrita de la Sentencia de Oviedo
Romano de Jesús Resucitado de Almagro (Ciudad Real)
Lector de la Sentencia de Oviedo
Claudia Prócula de Oviedo

- Restauraciones, proyectos, pasos y diseños:

Paso para Nuestro Padre Jesús del Rescate de Linares (Jaén)
Trono del Santísimo Cristo del Buena Muerte de Jaén
Restauración del Ecce Homo de Tobarra (Albacete)
Estandarte corporativo de la Sagrada Lanzada de Jaén
Proyecto de la Sagrada Lanzada de Jaén

sábado, 22 de octubre de 2016

Evangelio Domingo XXX del Tiempo Ordinario

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Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (18,9-14)

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.” El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.” Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Palabra del Señor

Reflexiones a la Palabra. Por Fray Gerardo Sánchez Mielgo O.P.

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Proseguimos el itinerario que nos conduce a Jerusalén. Seguimos en peregrinación y en el aprendizaje de los discípulos. Hoy proclamamos otra parábola, breve pero particularmente significativa.

1ª) ¡Ay de los que se sienten seguros de sí mismos!

Dijo Jesús esta parábola por algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás. El talante espiritual y religioso de los fariseos nos es bien conocido. Aunque es cierto que los evangelistas cargan las tintas en algunos aspectos que exageran la situación. Eran un amplio grupo y, en muchos aspectos, selecto en sus prácticas y en su rigurosidad. Practicaban meticulosamente la ley de Moisés en todos sus extremos. Acudían asiduamente al servicio sinagogal porque estaban extendidos por todo el país. Hacían limosnas de sus bienes. Eran rigurosos en las leyes de pureza ritual. Creían en la resurrección de los muertos y en una vida en el más allá feliz y para siempre. Creían en los ángeles. Tenían en gran aprecio la Escritura ( a la que añadían, como una segunda parte, la Tradición Oral que valoraban al igual que la Escritura). Se dedicaban asiduamente a la oración. Pero se sentían los puros, los segregados y los santos. Despreciaban a los negligentes, descuidados y poco practicantes de lo que para ellos constituía algo esencial. Eran pocos los inclinados a practicar la misericordia, la comprensión y la acogida de quienes no pensaban o vivían como ellos. Se consideraban una clase privilegiada y no comunicaban fácilmente con los publicanos y pecadores. Este modo de conducir su vida les hacía orgullosos y muy seguros de sí mismos. La seguridad del cumplimiento riguroso de la ley de Dios y de los preceptos rabínicos que lo tenían todo previsto y ordenado, les hacía estar muy pendientes del mérito y premio de sus obras; llevaban un control meticuloso de las obras meritorias, pero despreciaban a los demás. Este rasgo es uno de los más fustigados por Jesús. Este desprecio por los demás se traducía en la incisiva actitud de murmuración y protesta contra Jesús (hasta convertirse en persecución) por su modo de conducir su vida y su trato con los que estaban en estado permanente de impureza ritual y legal: precisamente los que acompañaban frecuentemente a Jesús. Este desprecio les hacía despiadados, incapaces de practicar la misericordia.

2ª) ¡Éste bajó a su casa reconciliado con Dios y aquel no!

Éste bajó a su casa justificado y aquél no. El fariseo, se encuentra en la parte más visible del templo porque ese era su talante y su costumbre: hacer su oración ostensiblemente. Repasa sus obras; agradece a Dios que no es como los demás; está orgulloso de no ser como aquel pobre publicano (¡lo desprecia!). ¿Pudo hacer una oración mejor? Su conducta parece intachable. Pero adolecía de lo principal: no experimenta la gratuidad de Dios. En el fondo no sabe quién es ese Dios al que ora y adora. No ha descubierto el verdadero rostro de Dios. El publicano, se mantiene lejos, oculto, avergonzado de ir más adelante. Y se limita a citar las primeras palabras del Salmo 51: Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa. Y sigue recitando el Salmo y en él encuentra esta expresión: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias, Señor. El publicano sólo puede ofrecer a Dios una vida rota, un reconocimiento sincero y un corazón quebrantado y humillado (¡semejante al hijo pródigo!). Dios tiene amplio margen de actuación. Y lo hace: le acepta, le abraza, le perdona y le devuelve a su amistad. Dios se ha complacido en la actitud del publicano. En poco tiempo ha llegado más hondo al corazón de Dios, ha entendido mucho mejor quién es verdaderamente el Dios de Jesús: un Padre lleno de misericordia y dispuesto siempre al perdón. La justificación es un don gratuito de Dios que lo reciben los que se abren a su gracia y misericordia. Andar en la humildad es andar en la verdad. Y en la verdad se hace presente la Verdad Suma. He ahí dos modelos ejemplares que se daban en tiempos de Jesús. Y que siguen siendo una advertencia para los creyentes de nuestro tiempo. Sólo desde ahí podemos ser testigos convincentes en un mundo que los necesita con urgencia.

viernes, 21 de octubre de 2016

"SAL DE TU TIERRA" 23 DE OCTUBRE DOMUND

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“Sal... Es la invitación que nos hace el papa Francisco a salir de nosotros mismos, de nuestras fronteras y de la propia comodidad, para, como discípulos misioneros, poner al servicio de los demás los propios talentos y nuestra creatividad, sabiduría y experiencia. Es una salida que implica un envío y un destino.

... de tu tierra” La expresión resulta evocadora del origen del que parte el misionero que es enviado a la misión, y también del destino al que llega. La misión ad gentes es universal y no tiene fronteras. Solo quedan excluidos aquellos ámbitos que rechazan al misionero. Aun así, también en ellos se hace presente con su espíritu y su fuerza.

Cartel Domund 2016

El conjunto. Sobre un fondo blanco, el cartel muestra un primer y único mensaje: “DOMUND”, el día en que tiene lugar la Jornada Mundial de las Misiones. El resto de las informaciones son complementarias, para contextualizar la celebración tanto en el tiempo, como en el espacio virtual.

Las huellas. Son expresión del lema “Sal de tu tierra”. Los tonos empleados para las huellas del caminante y para el fondo son familiares a quienes desde hace muchos años han identificado los cinco continentes con colores distintos. El mandato de Yaveh Dios a Abrahán, para que saliera de su tierra y fuera a la tierra prometida, está permanentemente actualizado por los discípulos misioneros, que han hecho propia la repetida expresión del papa Francisco: “una Iglesia en salida”.


Las cruces. Es un detalle que podría pasar inadvertido, pero que permite distinguir esas pisadas de las de otras personas que salen de su tierra por otros motivos diversos. Las cruces que discretamente aparecen en la marca de esas huellas recuerdan la cruz que cada misionero o misionera recibe el día de su envío por parte de la Iglesia; cruz que es el distintivo de su misión de amor y misericordia, continuadora de la de Cristo.

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Carmenza Taborda: "En África luchamos por sacar a la mujer de casa y formarla"


(lne) "En Tanzania, las personas a las que atendemos tienen que vivir con un euro al día y una sola comida, y ese euro les da para comprar una onza de harina y un poco de aceite". Lo relató ayer Carmenza Taborda, de la comunidad de las Hermanas Misioneras de la Consolata y originaria de Colombia. Después de formarse en Roma, Londres y Turín, esta religiosa ha sido misionera en Colombia (5 años) y en Tanzania (10 años).

Desde hace tres años Taborda trabaja en animación misionera y ayer participó en la presentación de la jornada del Domund (Domingo Mundial de las Misiones), que se celebra este próximo domingo, día 23 de octubre, con el lema "Sal de tu tierra". Con tal fin, habrá colectas en las iglesias y la Delegación de Misiones de la diócesis de Oviedo también recibirá donativos de colegios y comunidades religiosas.

Pedro Tardón, párroco de Noreña y delegado de Misiones de la diócesis, apeló a la "generosidad de los asturianos", que en el Domund del pasado año se tradujo en donativos por valor de 344.000 euros para las misiones. Tardón recordó que Asturias cuenta con 173 misioneros, 103 mujeres y 70 hombres.

Además de Tardón y Taborda, intervinieron en la presentación Fermín Riaño, sacerdote avilesino de la diócesis y misionero en Tailandia desde hace 25 años; Carmen Cagigal, religiosa voluntaria de la Delegación de Misiones después de haber trabajado 36 años en Mali, y David Cueto, diácono de la diócesis.

Carmenza Taborda describió el trabajo de los misioneros en África como una "preparación de las nuevas generaciones, mediante la educación y el acompañamiento en la salud, para sacar a la gente de la pobreza". Todo ello basado en que "la formación y los estudios otorgan dignidad a las personas". La misionera habló en particular de "la lucha por la educación de la mujer africana, reducida al segundo plano y dedicada a la casa y a criar a los hijos". Los progresos en esa tarea los puso de manifiesto Carmen Cagigal: "En 1975, cuando llegué a África, teníamos la escuela de la misión con sólo una niña entre los 80 alumnos; pero cuando me fui en 2011, había 400 alumnos, mitad niñas y mitad niños". No obstante, "todo esto se llega a conseguir lentamente". Y mirando hacia la Delegación de Misiones de Oviedo, Cagigal pidió personas que compartan su tiempo y se hagan voluntarios de la delegación.

Por su parte, Fermín Riaño participó en la presentación mediante videoconferencia desde Tailandia, país de "mayoría budista, con tan sólo un 0,5 por ciento de católicos". No obstante, su trabajo consiste en madrugar "a las 4.30 de la mañana, cuando los monjes van a rezar, y abrir la iglesia". Su labor es la del "encuentro y diálogo con las personas", y también el "apoyo económico", aunque "hay muchas restricciones oficiales para realizar proyectos". La "visita a los enfermos, la catequesis en tailandés o las visitas a casas de familias con budistas y católicos" son algunas de sus tareas.

Finalmente, el diácono David Cueto habló de su experiencia en la misión de Asturias en Bembereké, Benín. "Te acogen con un gran cariño gracias a todos los misioneros que han pasado antes por allí".

Orar con el Salmo del día

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Sal 32,1-2.4-5.11-12.18-19

R/. La misericordia del Señor llena la tierra

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.

Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.

Pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.

jueves, 20 de octubre de 2016

La 3ª edición del Misal Romano en castellano. Por D. Javier Sánchez Martínez

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En este mes de octubre de 2016 ya está disponible la tercera edición del Misal romano en castellano, aprobada por la Santa Sede en diciembre de 2015, y que entra obligatoriamente en uso el I domingo de Cuaresma de 2017. Veamos qué implica y qué es esta nueva edición.
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(Infocatolica) El Misal es de toda la Iglesia y para todos los fieles también; el mejor libro para orar. El Misal nos enseña a orar y cómo ora y celebra la Iglesia. Es un instrumento pedagógico (mistagógico) que nos introduce en el misterio de Dios y es la fuente de la vida cristiana que alimenta la espiritualidad litúrgica.

En tres artículos intentaremos exponer todo el contenido e importancia de esta edición que es más, mucho más, que el cambio “pro multis” como se ha destacado de manera unánime en las noticias eclesiales.

En este mes de octubre de 2016 ya está disponible la tercera edición del Misal romano en castellano, aprobada por la Santa Sede en diciembre de 2015, y que entra obligatoriamente en uso el I domingo de Cuaresma de 2017. Veamos qué implica y qué es esta nueva edición.

La edición típica latina

El Misal Romano en latín, la edición típica, es el resultado de un largo proceso de revisión y puesta al día iniciado en 1991. No es una simple reimpresión corregida, sino una verdadera edición típica, oficial, actualizada, destinada a la celebración en lengua latina, y que constituye la base inmediata para la traducción a las distintas lenguas vernáculas, tarea que corresponde a la Conferencia Episcopal y requiere la aprobación (que se llama “recognitio”) de la Congregación para el Culto divino, una vez que la revise.

La 3ª edición del Misal Romano latino es de 18 de marzo de 2002. ¿Qué elementos nuevos incluye? ¿Por qué se hizo?
Santos que han subido de categoría litúrgica (de memoria libre a obligatoria, de memoria obligatoria a fiesta, etc.)
Se han añadido nuevas Misas:

- Misa de la vigilia de Epifanía y Ascensión

- Misa votiva de la Misericordia de Dios

- Nuevas memorias: Santísimo Nombre de Jesús (3 de enero) y Santísimo Nombre de María (12 de septiembre)
Se ha enriquecido el Misal con nuevos elementos:

- Reordenación de los formularios de misas de Adviento

- Nuevos textos de la “Oración sobre el pueblo” en Cuaresma, asignándolos para cada día

- Un prefacio nuevo de Mártires

- Nuevas colectas alternativas

- Nueva agrupación de las Misas por diversas necesidades y de difuntos

- Algunos retoques en algunas rúbricas

- Posibilidad de utilizar en la profesión de fe el Símbolo Apostólico en lugar del Credo “largo” (niceno-constantinopolitano), que ya se hacía en la anterior edición española del Misal (pero no en forma de preguntas y respuestas, reservado a la Vigilia pascual y a las Misas en que se celebre el Bautismo)

- Incorporación al Misal oficial de la Plegaria eucarística V con sus 4 variantes, que ahora se llama “Plegaria eucarística para [Misas por] diversas necesidades” (en apéndice y sólo se usan cuando se celebran “Misas por diversas necesidades”, nada más) y las dos de la Reconciliación, para Cuaresma y días penitenciales

- Enriquecimiento de los formularios de las misas de la Virgen María, recurriendo a la ya existente Colección de Misas de la Bienaventurada Virgen María

- Añadido de las melodías de las plegarias eucarísticas y de los prefacios para fomentar su uso y cuidar el canto litúrgico.

Junto a esto, la Ordenación General del Misal Romano (: OGMR), en su 3ª edición, es una aportación importante. La Ordenación es el documento con que se abre el Misal, donde se explica la teología, las rúbricas litúrgicas, el sentido pastoral y espiritual, etc., de la celebración eucarística según el Misal de la Iglesia. La OGMR reúne no sólo las normas (rúbricas) que siempre han de respetarse con fidelidad, sino los principios teológicos que subyacen en la celebración de la santa liturgia. Esta OGMR se ha enriquecido y ampliado:
Capítulo I: recomendación de la celebración diaria de la Misa, la función del Obispo y los principios que deben regir las adaptaciones.
Capítulo II: sobre la estructura de la Misa, con más números explicativos.
Capítulo III, sobre los oficios y ministerios, con un nuevo apartado dedicado a la preparación de la celebración (nn. 108-111).
Capítulo IV sobre las formas de celebrar la Misa, es uno de los más enriquecidos:

- reverencia antes de la comunión (OGMR 160)

- genuflexiones e inclinaciones (OGMR 274-275)

- incensación (OGMR 150, 276-277)

- comunión bajo las dos especies (OGMR 283-287)
Capítulo V sobre el lugar de la celebración, con nueva distribución y precisión de contenidos:

- La sede (OGMR 294, 310)

- El altar (OGMR 303 ss)

- El sagrario (OGMR 314-317)

- Las imágenes (OGMR 318)
Capítulo VI, sobre los requisitos para la celebración de la Misa, principalmente se amplía y matiza:

- Los vasos sagrados (OGMR 328-329)

- Los libros litúrgicos (OGMR 349)
El capítulo VII sobre la elección de la Misa, alude a los textos (OGMR 357, 360-361) y algunos cantos (OGMR 366-367)
Y el capítulo VIII organiza las misas por diversas necesidades y de difuntos, nuevas referencias a las misas votivas (OGMR 375) y de Santa María en sábado (OGMR 378).

Carta Semanal del Sr. Arzobispo

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Domund: noventa años de pasión misionera

Desde hace ya noventa años, el Domund nos sigue convocando para dilatar nuestra mirada misioneramente, más allá de lo que a diario llena nuestros afanes, relata nuestras preocupaciones y enciende nuestras esperanzas. Lo vivimos con esa conciencia de universalidad, de sabernos parte de una casa común como es la humanidad entera en esta tierra que Dios nos ha dado a todos. Los medios modernos de comunicación nos permiten que en tiempo real, de modo inmediato, podamos tener acceso a lo que sucede para bien y para mal en las antípodas del mundo. Pero esa información puede quedarse en una simple curiosidad o en una tibia condolencia. La admiración debería mover nuestra caridad solidaria abriendo el corazón, la plegaria y el bolsillo para compartir con otros hermanos lo que nosotros gratuitamente hemos recibido.

El papa Francisco ha dedicado un extenso mensaje con motivo del Domund de este año, centrado en la misericordia. Dice en su escrito: «La Iglesia puede ser definida “madre”, también por los que llegarán un día a la fe en Cristo. Espero, pues, que el pueblo santo de Dios realice el servicio materno de la misericordia, que tanto ayuda a que los pueblos que todavía no conocen al Señor lo encuentren y lo amen… A los discípulos de Jesús, cuando van por los caminos del mundo, se les pide ese amor que no mide, sino que tiende más bien a tratar a todos con la misma medida del Señor; anunciamos el don más hermoso y más grande que Él nos ha dado: su vida y su amor».

Somos en verdad misioneros de la misericordia, de modo especial en un mundo tan cruelmente inmisericorde, tan violento y endurecido. Dios ha querido poner en nuestras frágiles manos ese mensaje de ternura y perdón, de esperanza y misericordia, haciéndonos misioneros en la trama cotidiana, en el ambiente y ámbito que a diario pisan nuestros pies y por donde deambulan nuestros sueños junto a las personas que Dios ha puesto a nuestro lado. Pero con esa mirada amplia, asomada a los confines misioneros a los que somos enviados.

Como dice el papa Francisco: «Todos los pueblos y culturas tienen el derecho a recibir el mensaje de salvación, que es don de Dios para todos. Esto es más necesario todavía si tenemos en cuenta la cantidad de injusticias, guerras, crisis humanitarias que esperan una solución. Los misioneros saben por experiencia que el Evangelio del perdón y de la misericordia puede traer alegría y reconciliación, justicia y paz.El mandato del Evangelio: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado” (Mt 28,19-20) no está agotado, es más, nos compromete a todos, en los escenarios y desafíos actuales, a sentirnos llamados a una nueva “salida” misionera».

Y tomando en consideración los noventa años transcurridos en esta iniciativa, no deja de invitarnos a la generosidad como hicieron también los papas anteriores que igualmente decidieron que las limosnas recogidas con este motivo en las diócesis, parroquias, comunidades religiosas, asociaciones y movimientos eclesiales lleguen como ayuda a los misioneros: «No dejemos de realizar también hoy este gesto de comunión eclesial misionera. No permitamos que nuestras preocupaciones particulares encojan nuestro corazón, sino que lo ensanchemos para que abarque a toda la humanidad».

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 19 de octubre de 2016

El terrorismo del chismorreo.Por Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara

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El viernes, 19 de septiembre, el papa Francisco recibía en audiencia a un grupo de obispos que habían participado en un seminario de estudios organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Estos obispos, nombrados recientemente por el Santo Padre, iban a ser enviados a países de misión para dinamizar la acción evangelizadora de la Iglesia.

En el discurso a estos obispos, el papa Francisco hizo referencia a los problemas que dificultan en estos momentos la misión evangelizadora de la Iglesia desde el exterior a la misma y puso también al descubierto los comportamientos y actitudes de algunos cristianos que hacen imposible la vivencia de la unidad, de la fraternidad y de la comunión eclesial. Al referirse a estos problemas internos, el Santo Padre afirmaba que a la Iglesia se la destruye desde dentro con dos armas: el dinero y la división. Estas dos armas mortales las carga el mismo diablo.

Cuando el dinero no se utiliza para el servicio de la evangelización y para la atención a los pobres engendra corrupción y búsqueda del propio interés. En ocasiones, puede llegar incluso a convertirse en un sustituto del Dios verdadero, en un auténtico ídolo, al que muchos hombres y mujeres rinden culto y adoración.

Cuando existen divisiones internas en la Iglesia y ruptura de la comunión, el diablo penetra por las rendijas y destruye con la lengua, con los chismes y con el hábito de chismorrear, que es una forma de “terrorismo”. Quienes se dejan llevar por el chismorreo, por la crítica amarga y, en algunos casos, por la calumnia, más que pertenecer a la Iglesia toda, con su diversidad, pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente o especial.

Consciente de que alguno de sus oyentes podría escandalizarse ante la dureza de sus palabras o que sus lectores tendrían dificultad para entender adecuadamente el alcance de las mismas, el papa Francisco añade a reglón seguido: “El “chismoso” es como un “terrorista”, que lanza la bomba, el chisme, para destruir. Por favor, luchen contra la división, porque es una de las armas que tiene el diablo para destruir a la Iglesia local y a la Iglesia universal”.

Si contemplamos la realidad, podemos descubrir que el “terrorismo” del chismorreo está muy presente en la sociedad actual y, también, en algunos ambientes eclesiales. Quienes se dejan conducir por los criterios mundanos, en vez de vivir y actuar de acuerdo con las enseñanzas evangélicas, rechazan la profecía de los hermanos, descalifican a los que cuestionan sus propuestas, destacan constantemente los errores ajenos y viven obsesionados por la apariencia.

¿Cómo sanar estas divisiones? ¿Cómo superar el chismorreo que destruye a los demás y genera división en el seno de la Iglesia y en la convivencia social? Este tipo de “terrorismo”, que provoca división y muerte en la relación con los hermanos, solamente puede combatirse mediante el reconocimiento de los propios pecados, la petición de perdón de los mismos y la apertura del corazón al aire puro del Espíritu Santo. La acción del Espíritu en el corazón humano tiene el poder de hacernos salir de nuestros egoísmos y de ayudarnos a superar las guerras entre cristianos provocadas por la envidia y los celos.

Don José María, el canónigo que nunca ejerció de emérito. Por Rodrigo Huerta Migoya



"...Todo esto miraba la Regenta con pena, como si fuesen ruinas de un mundo. Entonces le zumbaban los oídos, y ya no oía las voces graves del sochantre..." (Leopoldo Alas Clarín).

Ser capitular de la "Sancta Ovetensis" no es cualquier cosa, pues más allá del aire de poesía, de misterio y embrujo que le dio Clarín, esta el privilegio de encontrarse uno en la santa de las santas, relicario de relicarios, testigo silencioso del sentir de un pueblo.

Ahora, al hablar del cargo de Sochantre, vienen a la memoria personajes de renombre que a lo largo de los siglos ostentaron tan distinguido cargo: Cesáreo Castro Vega, Andrés Álvarez, Carlos García, Rodrigo Hevia, José Arándiga... Aunque para muchos nos parece que este cargo se ha extinguido el pasado cinco de octubre con la muerte del sochantre que más tiempo permaneció en el empleo y que nunca aspiró a las mieles del retiro.

Cuando se alcanza la edad de jubilación, ésta lleva felizmente aparejada el final de las obligaciones que conllevan las preocupaciones, tiempo y esfuerzos y estrés del cargo y actividad. Pero al hablar de mi querido y admirado Don José María García Rodríguez, me atrevería a decir (sin miedo alguno a exagerar) que nunca conoció ni quiso la jubilación, a pesar de que tanto la Diócesis como el Cabildo Catedral ya le contaran desde hacía años entre los presbíteros inactivos (pura ironía de facto) y en el caso de la canonjía, entre los eméritos.

Él, a pesar de haber traspasado la frontera de los 90 y de los múltiples achaques, nunca se sintió liberado de ocupaciones, pues con ellas y entre ellas su vida encontraba el sentido de ser de esa vocación de servicio a la que se entregó en cuerpo y alma en encomiendas tan concretas que nunca fueron elegidas por él, sino dadas en la persona de sus superiores por la Iglesia, a la que profundamente amaba.

Sus pisadas fueron gastando sus negros zapatos sobre las pulidas losas del casco histórico ovetense durante cincuenta y siete largos años, en los que supo dar lo mejor de sí como profesor, canónigo y curial, sin perder jamás su celo por las almas. A veces se dice, "este cura vale para parroquia pero no para cargos"; "este vale para canónigo pero la pastoral no es lo suyo"... pero Don José María era de los que valían para todo por que ningún nombramiento se le subió jamás a la cabeza sino que lo aceptó todo por amor. Incluso en más de una ocasión como una Cruz.

Los días que tenía algo más de tiempo se escapaba un ratito hasta el archivo diocesano dónde muchas veces compartimos mesa. Solía venir a media mañana, después de haber despachado buena parte del papeleo que desde la Cancillería o desde cualquier despacho de Palacio le encargaban consultar en el Archivo de Curia. A veces, cuando llegaba, las mesas de "investigadores" estaban casi llenas, y como los voluntarios del Archivo no podían parar un segundo para atender a todos, y allí se quedaba él con una sonrisa de oreja a oreja, sin quejarse a pesar de sus dolores de piernas ni reclamar atención alguna siendo todo un reverendo y canónigo. Muchas de esas ocasiones y  metiéndome donde nadie me llamaba, iba en su ayuda buscándole una silla o avisando a alguien del lugar para que le atendiera, a lo que no dejaba de dar las gracias e insistir, sin prisa, sin prisa...

Recuerdo una ocasión en que al presentarle a un amigo investigador le dije: ¿no sabes quien es este sacerdote? Es Don José María, el sochantre de la Catedral, él se rió como llamándole la atención que gente joven reconociera y valorara su trabajo, porque ciertamente la pompa y el boato no iban con él, sino que se sentía y reconocía como un servidor sin más, sobrado de méritos y halagos. Quería a la Diócesis con toda su alma y cada parroquia y pueblo de ésta le eran familiar. Dicen que se conocía al dedillo los entresijos de todos los cementerios parroquiales (contrastado que así era) hasta el punto que pasados doce años de su retiro, aún le seguían consultando a él, puesto que su cabeza, perfectamente amueblada, nada había olvidado.

Me contaron que un año o dos antes de jubilarse, en 2004, un joven párroco que tenía problemas en un cementerio fue a verle algo alterado, tratandole mal, incluso levantándole la voz, a lo que el bendito canónigo respondió con sosiego y una dulce mirada con una única frase: "no te enfades, hombre, verás como encontramos solución". Al día siguiente, el párroco avergonzado, volvió al Arzobispado a verle, no ya para revisar papeleo sino para pedirle perdón por no haber sido justo con él, que era todo corazón. Se hicieron profundamente amigos...

Era un enamorado de su tierra de Salas, de su Virgen del Viso, de sus raíces... Con cada indagación que hacía entre los libros sacramentales de aquel antiguo arciprestazgo de Cornellana, Don José iba ampliando en pliegos las ramas de su árbol genealógico, detallado palmo a palmo con esa hermosa letra de molde que también le caracterizaba.

Puntual en sus labores, entraba revestido en la Capilla de Santa Bárbara para la Misa Capitular de las 9:15; allí se colocaba frente al altar para indicar dos cosas, en primer lugar lo que celebrábamos en ese día, y lo segundo, el orden de los cantos en función del Gradual Catedralicio. Después besaba con profundo sentimiento el altar para dirigirse a su puesto en la sillería, esperando atento la llegada de Don Ángel, el organista, para ponerse de acuerdo en los detalles finales.

Por lo preparada que traía cada eucaristía, por muy de feria que fuera, se hacía verdad en él aquella jaculatoria de Santa Teresa de Calcuta de "vivir cada misa como la primera, la única y la última". Hace poco escuchaba a un psicólogo madrileño hablar de que el pasar tanto tiempo haciendo lo mismo y en un mismo lugar "quema" a la persona y la mina animicamente; esta claro que será la regla, pero la excepción está en muchos de nuestros sacerdotes mayores que demuestran cada día su capacidad de renovación, aún en un marco en el que algunos llevan más de medio siglo.

Pero lo que siempre me impresionó fue su voz, esa hermosa voz que aunque gastada y quebrada sacaba sus mejores notas y dejaba intuir aquella que había sido en sus años mozos, cuando dejaba a todo el que lo oía boquiabierto. La voz de Don Jose María puso música a la inauguración del Colegio Don Orione de Posada de Llanes en 1956; su voz dio lectura a las letras apostólicas que nombraban a Don Segundo de Sierra y Méndez,  Arzobispo Coadjutor de Oviedo en 1959. Y así, un larguísimo devenir de acontecimientos en los que siempre sus cuerdas vocales acompasaron los grandes momentos de la vida litúrgico-musical de la Iglesia Asturiana, mayormente pasando desapercibido, animando con su canto al pueblo fiel y haciendo de tantas voces una sola y en una sola Iglesia...
Su canto resuena aún en mí memoria entonando  las "Alabanzas a María", la salmodia matutina o la enrevesada antífona del "Benedictus", dónde desgranaba como nadie cada tetragrama.

En las últimas pontificales de la Misa Crismal, ante algún aparente "lapsus" de su sustituto, hubo quien fue a decirle que él lo hacía mejor, a lo que Don José, serio y con el corazón sacerdotal que le caracterizaba, respondió: "él canta y lo hace mejor que yo, y sus aparentes errores no son torpeza, sino problemas de salud -era cierto- así que menos críticas y pide por él"...

Los últimos días, ya enfermo en su cama, seguía escuchando y reconfortando su alma con cada melodía que desde el vecino Conservatorio se colaba en su habitación. Don José María, discreto y eficaz, se nos fue como vivió, casi sin avisar, a cantar los maitines en la Casa del Padre.

Hoy, con la escasez de sacerdotes que sufre nuestra tierra, ¿se podrá seguir contando con sacerdotes que liberados de la pastoral se dediquen al cuidado y cultivo de la música litúrgica al servicio de la Iglesia Catedral?; ¿Tan importante es la música para la fe?; ¿Cambiará todo?...
Benedicto XVI respondió de forma muy precisa al afirmar: ``No conocemos el futuro de nuestra cultura y de la música sagrada. Pero una cosa está clara, donde realmente se da el encuentro con el Dios viviente que en Cristo viene hacia nosotros, allí nace y crece nuevamente también la respuesta, cuya belleza proviene de la verdad misma´´.

Descanse en Paz Don José María, mil gracias por ser mirada misericordiosa para todos y por una vida hecha continua alabanza al Altísimo en sus faenas y en sus cantos, como hiciera el Santo Rey David y que ya merecidamente entonará entre sus elegidos:
``Voy a cantar la bondad y la justicia, para ti es mi música, Señor´´ (Sal 100).

La Bioescuela de Cáritas: la tierra como solución


De la unión entre la observación de las necesidades, y de la disponibilidad de los medios al alcance, nacen con frecuencia los proyectos más interesantes y con posibilidades de futuro. No como grandes ideas en el aire que no aterrizan, sino como grandes metas que tienen una base clara y un suelo estable, aunque sobre la marcha se vayan cambiando algunos detalles para adecuarse a la realidad.

Así nació en Cáritas el proyecto de la Bioescuela. Situada en Valliniello, vio la luz por vez primera en el año 2014, aprovechando un terreno colindante a la casa de acogida Luz Casanova. Se trataba de una superficie de alrededor de una hectárea y media, sobre la que no se estaba haciendo nada, y donde surgió la idea de adecuarla de manera sencilla para comenzar un proyecto de agricultura ecológica que pudiera servir para formación de personas en riesgo de exclusión.
Así fue: con tres barracones, uno que sirviera como aula, otro como almacén y otro para aseos, la Bioescuela arrancó de manera sencilla, y por ella han pasado ya cerca de 90 personas.
¿Qué hacen allí? Se forman, durante tres meses, en las técnicas de cultivo de una gran variedad de verduras, hortalizas y frutales, y al mismo tiempo, y teniendo en cuenta que se trata de un proyecto dentro del programa de Empleo de Cáritas, se enseña a los asistentes a buscar trabajo. Por ello, un día a la semana los participantes se desplazan hasta el proyecto Labora, que se encuentra en Avilés, donde les enseñan a redactar una carta de solicitud de trabajo, un currículum, o a manejar las herramientas de internet necesarias para encontrar un empleo.
Mientras tanto, la superficie disponible se ha ido llenando casi completamente de cultivos, al aire y en invernadero. El responsable del proyecto, Aitor Oliver Dietrich, subraya que a la hora de elegir los cultivos, al tratarse de un curso de formación, “cuanta más variedad de verduras y hortalizas haya, mejor”. Por eso, en la Bioescuela de Cáritas en Valliniello uno puede encontrarse desde lechugas, tomates, zanahorias, calabacines o pimientos, hasta especies menos comunes como los cacahuetes, o el ocra o quimbombó, procedentes de los países de donde vienen los propios alumnos. “Hay gente que llega hasta aquí con cierta experiencia porque su familia era agricultora. Concretamente, algunos si van a sus casas –especialmente los inmigrantes– y regresan de nuevo, a veces traen semillas para plantar”. “Algunas se dan bien –señala–, pero otras en cambio tenemos que descartarlas, como por ejemplo el maracuyá, que es una enredadera que te cubre todo, crece muy bien en el invernadero pero tenemos que tener cuidado porque ese espacio lo queremos para otras cosas también”. “En general –reconoce– la mayor parte de las verduras que tenemos se han adaptado muy bien porque en Asturias tenemos un clima que permite cultivar tanto plantas del hemisferio norte, como del hemisferio sur, o incluso subtropicales. Hay que regar poco, las temperaturas son cada vez más suaves, y aquí en la costa no tenemos inviernos muy crudos ni grandes heladas”.
Actualmente, junto con Aitor, que es el responsable, se encuentran nueve voluntarios, encargándose de diferentes áreas, desde la formación hasta el acompañamiento, o incluso pequeñas clases particulares de alfabetización, especialmente para los extranjeros. A todos ellos siempre se les añaden antiguos alumnos que siguen vinculados al proyecto y que vienen a apoyar en las distintas labores agrícolas, a los que incluso se les ha cedido una pequeña parcela para que sigan cultivando para su propio consumo.

El perfil de los alumnos que acuden hasta la Bioescuela, si bien en un principio estaba pensado para gente joven, con el tiempo se ha visto que la auténtica demanda reside en personas de mediana edad en situación de riesgo de exclusión. “Tenemos alumnos de distintas nacionalidades, tanto españoles como del este de Europa, africanos o latinoamericanos”, explica Aitor. “El proyecto comenzó con un límite de edad de 30 años, pero en seguida nos dimos cuenta de que la demanda era también de personas mucho mayores, y que además era beneficioso equilibrar los grupos con gente con más experiencia. Actualmente la media de edad se encuentra en torno a los 38 años, frecuentemente parados de larga duración”.
La mayoría, acuden en una situación anímica muy deteriorada. Durante mucho tiempo han intentado encontrar trabajo y “llegan pensando que no sirven para nada”, explican desde el proyecto. “Sin embargo lo primero que se puede constatar aquí es que la gente se siente útil porque la agricultura es un sector muy válido para rehabilitar a esta gente, ya que pueden ver pronto los frutos de su esfuerzo”, explica Aitor. “De hecho, lo que cultivan ellos aquí, se lo llevan para su propio consumo, lo cual es ahora mismo nuestra prioridad”.
El destino de todo lo cosechado es, al igual que sucedió con la edad media de los alumnos, otra de las decisiones que han ido evolucionando a medida que crecía el proyecto. “Tanto los alumnos como los ex alumnos que trabajan la tierra son los destinatarios de la producción. A veces, también, si recogemos una gran cantidad de un producto, lo enviamos al comedor de Cáritas en Gijón, una idea que era la originaria para lo recolectado en la Bioescuela”. Además, Aitor recuerda que otra de sus funciones es la sensibilización en el entorno, por lo que es frecuente que parroquias, personas simpatizantes del proyecto o incluso colegios, puedan venir a visitar la bioescuela. “Así nos damos a conocer en toda Asturias”, reconoce Aitor, que destaca la importancia de que acudan colegios, donde los propios alumnos de la Bioescuela pueden explicarles a los niños el trabajo que realizan”.

Agricultura ecológica

Es un término muy de moda, aunque la mayoría de los países europeos, especialmente los nórdicos, nos lleven, con mucho, la delantera. Una agricultura ecológica se distingue porque fomenta la diversidad frente al monocultivo, la aplicación a los cultivos de productos siempre de origen natural, no transformados o sintetizados en un laboratorio, y también se caracteriza por la cercanía del consumidor al producto. “Al no haber un largo desplazamiento del lugar de producción hasta el lugar del consumo, es una gran ventaja, porque los productos están más frescos”.
Aunque no están homologados, al finalizar el curso los alumnos consiguen un certificado de Cáritas en el que se acredita que se han formado en agricultura ecológica. “No estamos certificados –recuerda Aitor– pero hacemos una agricultura natural y ecológica”. Algo que, al final no es sólo una forma de trabajar, sino también implica un cambio de mentalidad, ya que “educamos a los alumnos en el valor del medioambiente, y de la salud también, porque muchas veces los hábitos alimenticios que tienen no son los más correctos, y conociendo estos productos y poniéndoselos al alcance de la mano es más fácil hacer cambios”, señala Aitor.
La buena noticia de la que a veces son testigos es del abandono del curso, porque eso significará que los alumnos han encontrado trabajo. “Comenzamos con doce, y al final acabamos siendo menos”, afirman, “lo cual siempre es buena noticia porque la prioridad del proyecto es la reinserción laboral, por lo que es una gran alegría que surjan ofertas de empleo”.

martes, 18 de octubre de 2016

¿Aún no tienes tú participación?


«La familia es el mejor antídoto para eliminar la ideología de género», explica Carlos Osoro



(Religión en libertad) Monseñor Carlos Osoro será creado cardenal por el Papa Francisco, con el que dice que se siente “muy identificado” con su forma de ser. Desde su labor al frente del arzobispado que abarca la capital de España este prelado defiende la “cultura del encuentro” como mejor forma de confrontar con aquellos que atacan a la Iglesia.

En una entrevista publicada en ABC que reproducimos íntegramente a continuación, Carlos Osoro también habla del peligro de la ideología de género de la que tanto habla el Papa. Incluso ofrece su particular antídoto contra esta ideología:

Cuando llegó a Madrid en agosto de 2014 monseñor Carlos Osoro se presentó como “un obispo para todos” en una Iglesia en la que “nadie sobra”. Desde entonces su labor al frente de la Archidiócesis ha sido la de hacer sitio para todos, compartiendo ese afán del Papa Francisco por fomentar una verdadera “cultura del encuentro”.

Ese talante cercano y conciliador le ha valido al vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española pasar a formar parte del círculo más estrecho del Santo Padre. El próximo 19 de noviembre en el Consistorio que cerrará el Año Santo de la Misericordia, el arzobispo de Madrid recibirá la birreta y el anillo cardenalicio. A partir de ese momento se integrará en el Colegio Cardenalicio que elige al Papa, en caso de celebrarse un cónclave.

Pocos días después de conocer la noticia, monseñor Carlos Osoro recibe a ABC en el Palacio Arzobispal de Madrid para agradecer al Santo Padre su gesto de confianza y afirmar públicamente que llevará “la púrpura” siguiendo el ejemplo de los mártires: dispuesto a dar la vida por la Iglesia.

-Podemos afirmar que el Papa no tiene en cuenta las sedes cardenalicias para elegir a sus cardenales, ¿qué mensaje quiere transmitir Francisco a la Iglesia en España con su elección?

-Sinceramente, no soy ninguna persona especial. Hay gente incluso más sabia. No sé lo que el Papa ha visto en mí, pero agradezco a Dios y al Santo Padre el que me haya elegido para colaborar más estrechamente con él. Siempre he buscado entregarme de primera mano a nuestro Señor. No dar ideas, porque el Señor no es una idea, es una Persona. A veces cuesta separarse de posiciones que son ideológicas. No sólo me cuesta a mí, sino también a otras personas que quisieran que te pusieras en una posición. Yo estoy en la vida nada más que para entregarme a una Persona.

-¿Cómo entiende usted el cardenalato, es decir, esta nueva responsabilidad que le pide el Papa?

-Si le digo la verdad, no lo he pensado mucho pero sí sé que cuando te ponen una vestimenta de color sangre es para dar la vida. No es para estar más guapo. Significa que públicamente dices que vas a dar la vida de verdad con todas las consecuencias. Que estás dispuesto a morir por la Iglesia y a defender al sucesor de Pedro.

-Dicen de usted que es un pastor al estilo de Francisco, ¿se siente identificado con el Papa?

-Me siento muy identificado con su manera de ser, de pensar, de acercarse a los hombres, no solamente con las palabras, sino también con los gestos. Ojalá me pareciese. Y sé que no, que él tiene mucha más cualidades que yo. Lo que sí es verdad es que el Papa siempre suscita que la gente vuelva la cabeza para mirarle y escucharle. A veces, cuando se le escucha desde una ideología, puede molestar, pero lo que hace es hablar con claridad de lo que Jesús nos diría en estos momentos y eso suscita un interés especial por darle un abrazo y decirle “gracias”.

-El Papa es criticado dentro de la propia Iglesia. Francisco habla claro a la Curia vaticana, a los obispos y también a los sacerdotes, ¿tiene más enemigos que sus antecesores?

-No creo que tenga más enemigos que sus antecesores. Además, cuando habla claro lo hace diciendo la verdad. ¿Es que no es verdad que tenemos que estar al lado de todos los hombres; de que tenemos que vivir con sencillez? ¿Es que no es verdad que Jesús vino a salvar, no a condenar? Son palabras de Jesús. No es que las diga el Papa. Lo que pasa es que nos gustaría identificar la misión de Jesús con posiciones que nada tienen que ver con Él.

»Y el Papa en ese sentido tiene tal libertad que necesariamente puede suscitar críticas a quienes están en otras posiciones. Los jóvenes y los pobres, por ejemplo, son grandes admiradores del Papa. ¿Qué quiere decir esto? 

A mí me parece algo muy importante.

-Francisco ha asegurado que no juzga a los homosexuales y que se les debe acompañar como lo haría Jesús, ¿ha sido la Iglesia de alguna manera inmisericorde con estas personas?

-Creo que el Papa lo que nos dice es que el Señor ha venido para todos los hombres. Y ha venido a sanar al ser humano regalando el amor de Dios. El amor de Dios es misericordia y la misericordia es la viga maestra que sostiene la Iglesia. Yo creo que el hecho de que el Papa nos recuerde esto es importante.

-El Santo Padre ha denunciado que la «teoría de género» es una «colonización ideológica» que llega incluso a los niños a través de las enseñanzas que reciben en el colegio. ¿Cómo se le puede hacer frente?

-El Papa lo dice claramente en la exhortación apostólica Amoris Laetitia (La alegría del amor). Él dice que la ideología de género es algo tremendo. Toda idelogía nos separa, nos rompe, elimina a unos para poner a otros. Busca el interés personal o los intereses de un grupo. ¿Cómo se elimina? Tengo mi teoría. La familia es el mejor antídoto para eliminar esta ideología.

-¿Cree que el hecho de que la Iglesia esté en contra de esta ideología le haya costado ser etiquetada como homófoba?

-Puede que en algún momento. La Iglesia siempre se ha enfrentado a las ideologías. La gran tragedia que tenían los primeros discípulos de Jesús en el mundo pagano del imperio Romano era que hablaban de un tal Jesús que había resucitado.

»No hablaban de una idea, hablaban de una persona. Que se hable de Jesús y de un Dios que se ha hecho hombre y que vive trastoca todas las ideologías. ¿Por qué? 

Porque se habla de un Dios que viene a acoger a todos y a querer a todos cuando las ideologías solo cogen a algunos, nunca a todos.

-La corrupción está entre los problemas que más preocupan a los españoles. ¿No cree que esta situación nos debe invitar a pensar qué papel tiene hoy la Iglesia en la educación?

-Un papel fundamental entregando a todos los hombres los grandes valores que tienen que mover nuestras vidas. Y el valor grande de nuestra vida no es apropiarme de lo que no es mío.

-¿Algunos gobiernos autonómicos de izquierda radical ven la asignatura de Religión como un privilegio de la Iglesia, en lugar de un derecho de los ciudadanos? ¿Por qué? ¿La Iglesia no lo ha explicado bien?

-Yo creo que la Iglesia lo ha explicado bien, pero en España, quizás por la tradición que tenemos, no todos lo han entendido. Hay un derecho humano que es el derecho a la libertad religiosa. Solo la libertad religiosa garantiza la verdadera libertad. Todo aquel individuo que intente reducir la libertad religiosa, cercena la libertad, crea dictaduras.

»Esto hay que decirlo, aunque sea con dolor. Y no hablo solamente de la Religión católica, hablo de todas las religiones. El 99% de los seres humanos vive la dimensión trascendente. ¿Eso quiere decir que todos los seres humanos están equivocados? 

Creo que ,si queremos una sociedad libre, comencemos por reconocer el derecho que hace posible que, de verdad, exista la libertad, si no a la larga se crean dictaduras de derechas o de izquierdas, pero dictaduras.

-Algunos gobiernos autonómicos han declarado la guerra a los colegios concertados y otros plantean la ruptura de España, ¿por qué hay más empeño en restar que en sumar?

-Pues porque no hemos entrado en la cultura del encuentro. Estamos todavía en la cultura de los desencuentros; de lo mío; en que lo del otro me sobra y tengo que prescindir de él. Así no se arregla esta humanidad. Pienso que una sociedad se arregla cuando nos sentimos todos necesarios.

-Usted que ha sido maestro y formador, ¿cómo ve que España lleve años a la espera de un Pacto de Estado por la Educación?

-Lo veo como una necesidad. Tenemos que ponernos de acuerdo entre todos para ver cuáles son los valores que necesariamente tenemos que tener para poder trabajar juntos, para hacer un mundo diferente en el que todos tengan sitio. A veces las divisiones, la ruptura, los enfrentamientos nos alertan de que, o cambianos de sistema educativo o entraremos más rápidamente en una selva donde nos daremos lanzadas unos a otros.

-¿Qué opinión le merece que España lleve diez meses sin gobierno?

-Hablo desde obispo. Cuando somos capaces de amar, ver y oír como Jesús todas las personas entran en nuestras vidas. Y yo con esos ojos veo que hay personas que sufren, que no tienen trabajo, que no pueden pagar el alquiler. Eso no es una anécdota es una realidad. A mí me parece que no nos podemos permitir el lujo de estar así. Lo veo yo y lo vemos todos. No podemos entretenernos. Esto sólo lo podemos resolver juntos, no cada uno tirando para su lado. Por eso soy un defensor de la cultura del encuentro para creyentes y no creyentes. Mirar al otro, escucharle, ver lo que padece. Entonces, qué diferente sería todo. Habría Gobierno rápido.